jueves, 30 de mayo de 2013

EL CORPUS CHRISTI

Hoy celebramos esta gran Solemnidad (domingo) en honor del misterio eucarístico. En ella se unen la liturgia y la piedad popular, que no han ahorrado ingenio y belleza para cantar al Amor de los amores.  La fe en la presencia real de Cristo en la Sagrada Eucaristía llevó a la devoción a Jesús Sacramentado también fuera de la Misa. La razón de conservar las Sagradas Especies, en los primeros siglos de la Iglesia, era poder llevar la comunión a los enfermos y a quienes, por confesar su fe, se encontraban en las cárceles en trance de sufrir martirio.

Nuestro Dios y Señor se encuentra en el Sagrario, allí está Cristo, y allí deben hacerse presentes nuestra adoración y nuestro amor, en la contemplación llena de fe y abierta a reparar las graves faltas y delitos del mundo. Jesús nos espera en este sacramento del Amor.

La cosa más necesaria a descubrir en la fiesta del Corpus Christi: despertar cada año la admiración y maravilla ante el misterio. La fiesta había nacido en Bélgica, al inicio del siglo XIII; los monasterios benedictinos fueron los primeros a acogerla; Urbano IV la extendió a toda la Iglesia en 1264, parece que incluso por influencia del milagro eucarístico de Bolsena, venerado hoy en Orvieto.

¿Qué necesidad había de instituir una nueva fiesta? ¿La Iglesia no recuerda la institución de la Eucaristía en el Jueves Santo? ¿No la celebra cada domingo y, es más, cada día del año? En efecto, el Corpus Christi es la primera fiesta, que no tiene por objeto un acontecimiento de la vida de Cristo, sino una verdad de fe: su real presencia en la Eucaristía. Responde a una necesidad: la de proclamar solemnemente dicha fe; tener viva la admiración frente al más grande y más bello de los misterios de la fe; y  para conjurar un peligroel de habituarse a tal presencia.

El objetivo: Si la fiesta del Corpus Christi no existiese, sería necesario inventarla. Si existe un peligro, que corren hoy los creyentes en relación con la Eucaristía, es el de trivializarla o quitarle importancia. Antes, no se la recibía tan frecuentemente y debía ir precedido del ayuno y la confesión. Hoy, prácticamente, todos se acercan a ella... Todo esto, sin embargo, comporta un riesgo irreparable. San Pablo nos advierte: «Quien coma el pan o beba el cáliz del Señor indignamente, será reo del cuerpo y de la sangre del Señor. Pues quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condena» (1 Corintios 11,27-29). Nosotros no podemos recibir a Dios, más que como «Dios»; esto es, conservando toda su santidad y su majestad. ¡No podemos reducir a Dios!

La predicación de la Iglesia no debiera tener miedo, ahora que la comunión ha llegado a ser una cosa tan habitual y tan «fácil», de usar alguna vez el lenguaje de los primeros tiempos de la Iglesia, al momento de la comunión, en la asamblea resonaba un grito: «¡Quien sea santo que se acerque, quien no lo sea que se arrepienta!»

Pero, no debe ser la causa de nuestra admiración frente al misterio eucarístico tanto la grandeza y la majestad de Dios, cuanto más bien su condescendencia y su amor. La Eucaristía, por encima de todo esto, es memorial del amor del que no existe uno mayor: dar la vida por los propios amigos.

Hoy es un día de acción de gracias y de alegría porque el Señor se ha querido quedar con nosotros para alimentarnos, para fortalecernos, para que nunca nos sintamos solos, La Sagrada Eucaristía es el viático, el alimento para el largo caminar de la vida hacia la verdadera Vida. Jesús nos acompaña y fortalece aquí en la tierra, que es como una sombra comparada con la realidad que nos espera; y el alimento terreno es una pálida imagen del alimento que recibimos en la Comunión.


Aunque celebramos una vez al año esta fiesta, en realidad la Iglesia proclama cada día esta dichosa verdad: Él se nos da diariamente como alimento y se queda en nuestros Sagrarios para ser la fortaleza y la esperanza de una vida nueva, sin fin y sin término. Es un misterio siempre vivo y actual. Señor, gracias por haberte quedado. ¿Qué hubiera sido de nosotros sin Ti? ¿Dónde íbamos a ir a restaurar fuerzas, a pedir alivio? ¡Qué fácil nos haces el camino desde el Sagrario!

         

martes, 28 de mayo de 2013

CREEMOS EN LA JUVENTUD

Es tiempo de alegría y esperanza
es tiempo de amar y ser amados
es tiempo de soñar
es tiempo de participar
de construir un mundo mejor

Es tiempo de opciones, de desafíos
de no tener miedo a vivir
vivir con Dios, vivir en el amor
y anunciar que puedo ser feliz
¡Porque Dios me ama!

CORO
YO CREO EN LA JUVENTUD
EN EL BRILLO DE SU AMOR
Y EN LA FUERZA DE SU MISIÓN (BIS).

sábado, 25 de mayo de 2013

LA SANTÍSIMA TRINIDAD

La Santísima Trinidad
Ya en vísperas de la solemnidad del misterio que está en el centro de nuestra fe, del cual todo procede y al cual todo vuelve. El misterio de la unidad de Dios y, a la vez, de su subsistencia en tres Personas iguales y distintas. Padre, Hijo y Espíritu Santo: la unidad en la comunión y la comunión en la unidad. 

Conviene que los cristianos, en este gran día, seamos conscientes de que este misterio está presente en nuestras vidas: desde el Bautismo —que recibimos en nombre de la Santísima Trinidad— nuestra participación en la Eucaristía, que se hace para gloria del Padre, por su Hijo Jesucristo, gracias al Espíritu Santo. Y es la señal por la cual nos reconocemos como cristianos: la señal de la Cruz en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

viernes, 24 de mayo de 2013

JESUCRISTO SUMO Y ETERNO SACERDOTE

En la fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, así lo vivimos en las instalaciones de nuestro Seminario Mayor, Nuestra Señora del Camino.

La capilla del Mayor
Adoración al Santísimo
El compañero Rigo con el Rector del Seminario Mayor
Con los seminaristas
El equipo de los padres que ganaron el primer lugar
El almuerzo festivo

jueves, 23 de mayo de 2013

SER SACERDOTE

Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote

Para ser el mismo Cristo
Dios eterno me llamó
y tan claro yo lo he visto
que se acabó mi temor.

Las cruces en el camino,
el cansancio y el dolor,
no oscurecen mi destino
ni me enfrían el amor.

Sin detenerme por nada
voy siguiendo al Buen Pastor
y vivo cada jornada
sirviendo al Pueblo de Dios. 

Preparare cada día
el alimento mejor:
la Sagrada Eucaristía,
cuerpo y sangre del Señor.

Ser sacerdote es misterio.
ser sacerdote es misión.
Lo he tomado muy en serio
y lo vivo con pasión.

Yo le suplico a María
ser fiel a mi vocación
y vivir con alegría
este hermosísimo don.

Angel María Pascual


FELIZ DÍA HERMANOS SACERDOTES, UNIDOS EN ORACIÓN SIEMPRE.

martes, 21 de mayo de 2013

REUNIÓN DE DECANATO


El misterio de Cristo se continúa en la Iglesia, que goza siempre de su presencia y lo sirve, especialmente a través de aquellos signos instituidos por El mismo, que significan y producen el don de la gracia, y son designados con el nombre de sacramentos. En la reunión que tuvimos hoy en nuestro decanato, el padre Lee Adler Perén tuvo la amabilidad de repasar con todos la prenotanda ritual del bautismo, es una cosa muy buena porque muchas veces se nos olvida o detalles que debemos de cuidar como pastores.

Dios, al crear al hombre, le concedió el don de la gracia santificante, elevándolo a la dignidad de hijo suyo y heredero del cielo. Al pecar Adán y Eva se rompió la amistad del hombre con Dios, perdiendo el alma la vida de la gracia. A partir de ese momento, todos los hombres con la sola excepción de la Bienaventurada Virgen María nacemos con el alma manchada por el pecado original.

La misericordia de Dios, sin embargo, es infinita: compadecido de nuestra triste situación, envió a su Hijo a la tierra para rescatarnos del pecado, devolvernos la amistad perdida y la vida de la gracia, haciéndonos nuevamente dignos de entrar en la gloria del cielo.

Todo esto nos lo concede a través del sacramento del bautismo: Con El hemos sido sepultados por el bautismo, para participar en su muerte, de modo que así como El resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una nueva vida'' (Rom. 6, 4).

El bautismo es el sacramento por el cual el hombre nace a la vida espiritual, mediante la ablución del agua y la invocación de la Santísima Trinidad.

Escuchando al p. Lee



DIOS LES BENDIGA A TODOS, AGRADECEMOS AL P. LEE POR EL ESFUERZO DE PREPARAR EL ESQUEMA.

sábado, 18 de mayo de 2013

ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO


Ven, Espíritu Santo,

Santificador todopoderoso,

Dios de amor,

que llenaste a la Virgen María de gracias,

que cambiaste admirablemente los corazones de los 
apóstoles,

que le comunicaste a tus mártires un milagroso valor,
ven y santifícanos.

Ilumina nuestras mentes,

fortalece nuestras voluntades,

purifica nuestras conciencias,

rectifica nuestro juicio,

pon fuego en nuestros corazones,

y presérvanos de la desgracia de no hacerle caso a tus 

inspiraciones. Amén.

jueves, 16 de mayo de 2013

LA EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO



Jesús sacramentado

    El deseo de ver la Hostia, dio lugar, en la Edad Media, a la elevación después de la consagración del pan y del vino, este uso se desarrolló como lo hemos notado en la iglesia de Contrarreforma. Es de esta costumbre que habla primero el ritual del Papa Paulo VI: el Santísimo Sacramento retirado del sagrario, es presentado a los fieles en el copón o cáliz, donde se conserva habitualmente de tal forma que el pan consagrado pueda ser visto.

No se debe celebrar el Santo Sacrificio en la misma nave o parte de la iglesia mientras dura la exposición. En estos momentos esta en su forma solemne. Se comienza con los Santos Misterios, donde es consagrado el pan que se propone a la adoración el cual, está situado en el copón o la custodia después de la comunión. Dura tanto tiempo como hay fieles que vengan a recogerse en la Iglesia y comprende oraciones, cantos, lecturas y tiempos de silencio prolongados. Se concluye con la bendición dada con el Santísimo Sacramento, siempre precedida de un himno o un canto apropiado y de una oración, después de esto el pan consagrado se regresa al Sagrario. Se llama la hora Santa, y suele ser los jueves, día que se dedica a la Eucaristía.

Existen fórmulas más breves, lo importante es que eso dé lugar a un momento de oración, no es permitido sacar la eucaristía únicamente para dar la bendición.

lunes, 13 de mayo de 2013

ÚLTIMOS LUGARES DE LA PEREGRINACIÓN EN TIERRA SANTA

HOLA AMIGOS, AQUÍ LES DEJO EL VIDEO DE LOS ÚLTIMOS LUGARES QUE PUDIMOS VISITAR, MONTE TABOR, MONTE DE LOS OLIVOS, HUERTO DE GETSEMANI, BASÍLICA DE LA AGONÍA, EL SANTO SEPULCRO, BASÍLICA DE SANTA ANA, BETANIA Y EL MAR MUERTO EN MASADA.
          

domingo, 12 de mayo de 2013

RECEMOS EL ROSARIO TODOS LOS DÍAS

Por nuestro bien, recemos 

Había una señora muy sencilla que vendía verduras en los barrios. como era conocida por todos, fue a vender sus verduras a casa de un protestante y perdió su Rosario en el jardín de  la casa.

Pasados algunos días, volvió nuevamente a aquella casa a fin de ver si encontraba ahí su querido Rosario. El protestante la vio y le dijo en tono sarcástico: ¿Has perdido a tu Dios?

Ella humildemente respondió: ¿Yo, perder a mi Dios? ¡Nunca!. El protestante tomó el Rosario y dijo: ¿Este no es tu Dios? A lo que ella respondió: “Gracias a Dios que encontró mi Rosario. Muchas gracias”.

Y él le dijo: ¿Por qué no cambias esa cadena de semillas baratas por la Biblia? A lo que ella le dijo: Porque la Biblia no la sé leer, y con el Rosario yo medito toda  la Palabra de Dios y la guardo en mi corazón.

Él le pregunta: ¿Medita la palabra de Dios? ¿Cómo es eso? ¿Me lo puede explicar? Primero,  tomo la cruz, y recuerdo que el Hijo de Dios dio toda su sangre clavado en una cruz para salvar a la humanidad.

Esta primera cuenta gruesa, me recuerda que hay un Dios Todopoderoso. Estas tres cuentas pequeñas representan las Tres Personas de la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Esta otra cuenta gruesa me recuerda la oración que el mismo Jesús, nuestro Señor, nos enseñó: el Padre Nuestro.

El Rosario tiene 5 misterios que me recuerdan las 5 llagas de Jesucristo clavado en la cruz, y en cada misterio rezamos 10  Ave-Marías, que me recuerdan  los Diez Mandamientos que Dios mismo entregó a Moisés.

De mañana, cuando me levanto para iniciar la lucha del día rezo los gozosos, pensando en los pobres y en la sencilla y humilde vida de Jesús, María y José.

Al mediodía, en medio de mi gran cansancio, mi fatiga por el trabajo,  pensando en lo que me falta para terminar el día y poder descansar, rezo los misterios dolorosos, que me recuerdan la dura caminata de mi  Señor Jesucristo hacia el Calvario, con tanto dolor y tanto cansancio.

Cuando llega el fin del día, con los retos superados y las metas cumplidas, rezo los misterios gloriosos, que me recuerdan que Jesús venció a la muerte por amor, para traer la salvación a toda la humanidad. Ahora, dígame usted, ¿Dónde está la idolatría?

El protestante, después de escuchar todo esto, simplemente dijo: “Yo no sabía todo eso. ¡Por favor, enséñame a rezar el Rosario!”.

Santa María, ruega por nosotros

viernes, 10 de mayo de 2013

LA DIGNIDAD DE LA MUJER



La dignidad de la mujer y su vocación, ha asumido en estos últimos años una importancia muy particular. Esto lo demuestran, entre otras cosas, las intervenciones del Magisterio de la Iglesia, «ha llegado la hora en que la vocación de la mujer se cumple en plenitud, la hora en que la mujer adquiere en el mundo una influencia, un peso, un poder jamás alcanzados hasta ahora. Por eso, en este momento en que la humanidad conoce una mutación tan profunda, las mujeres llenas del espíritu del Evangelio pueden ayudar tanto a que la humanidad no decaiga».

«En el cristianismo, más que en cualquier otra religión, la mujer tiene desde los orígenes un estatuto especial de dignidad, del cual el Nuevo Testamento da testimonio en no pocos de sus importantes aspectos; es evidente que la mujer está llamada a formar parte de la estructura viva y operante del Cristianismo de un modo tan prominente que acaso no se hayan todavía puesto en evidencia todas sus virtualidades».

La Iglesia, da gracias por todas las mujeres y por cada una: por las madres, las esposas; por las mujeres dedicadas a tantos y tantos seres humanos que esperan el amor gratuito de otra persona; por las mujeres que velan por el ser humano en la familia, la cual es el signo fundamental de la comunidad humana; por las mujeres que trabajan profesionalmente, mujeres cargadas a veces con una gran responsabilidad social; por las mujeres «perfectas» y por las mujeres «débiles».

Por todas ellas, tal como salieron del corazón de Dios en toda la belleza y riqueza de su femineidad, tal como han sido abrazadas por su amor eterno; tal como, junto con los hombres, peregrinan en esta tierra que es «la patria» de la familia humana, que a veces se transforma en «un valle de lágrimas». Tal como asumen, juntamente con el hombre, la responsabilidad común por el destino de la humanidad, en las necesidades de cada día y según aquel destino definitivo que los seres humanos tienen en Dios mismo, en el seno de la Trinidad inefable. Mulieris Dignitatem.



A todas las madres guatemaltecas y del mundo entero, les deseamos un feliz día y gracias por decir sí a la vida de otro ser humano.

jueves, 9 de mayo de 2013

EL AMOR ES LA MEDICINA


El amor de Dios se manifiesta en Cristo su Hijo. Es éste el alimento central del pensamiento de San Juan de Ávila, que presenta a Cristo como Dios y hombre verdadero, quien con su vida, Pasión, Muerte y Resurrección muestra el amor del Padre; que es con Él y el Espíritu Santo la verdadera medicina para nuestra alma.

En Cristo el Padre realizó el acto de amor más grande que jamás ha existido ni existirá. Acto de amor que se perpetúa en la Eucaristía y es la única misión redentora, con sus signos y prodigios realizados mediante la efusión Espíritu Santo. Obra de amor continuada por los sacerdotes.

El sacerdote como médico de las almas se configura con Cristo por su participación en la misión redentora de Cristo Médico y cuando “renuncia a sí mismo tomando su cruz de cada día”, sigue a Cristo. Por eso debemos de amar la cruz como el instrumento de Salvación por el que Cristo nos alcanza la salud.

Monseñor Gonzalo de Villa

Sacerdotes y seminaristas



Gracias a todos los sacerdotes del mundo entero que siempre nos dan la medicina en los sacramentos. Dios les bendiga hermanos sacerdotes. 

martes, 7 de mayo de 2013

LA CARIDAD, ALMA DE LA MISIÓN

La caridad

La misión, si no está orientada por la caridad, es decir, si no brota de un profundo acto de amor divino, corre el riesgo de reducirse a mera actividad caritativa  y social.

El amor que Dios tiene por cada persona constituye el centro de la experiencia y del anuncio del Evangelio, y a los que lo acogen se convierten a su vez en testigos. El amor de Dios que da vida al mundo es el amor que nos ha sido dado en Jesús, Palabra de Salvación, Imagen perfecta de la misericordia del Padre celestial.

De esta manera, toda comunidad cristiana está llamada a dar a conocer a Dios, que es Amor. Dios penetra con su amor toda la creación y la historia humana. El hombre, en su origen, salió de las manos del Creador como fruto de una iniciativa de amor.

Nuestros primeros padres, Adán y Eva, engañados por el maligno,  abandonaron la relación de confianza con su Señor, cediendo a la tentación del maligno, que infundió en ellos la sospecha de que él era el rival y quería limitar su libertad. De este modo, en lugar del amor gratuito divino, se prefirieron a sí mismos. Las consecuencias que podemos sacar de estos es el perder la felicidad original y experimentando la amargura de la tristeza del pecado y la muerte.

Dios, sin embargo, no los abandonó y les prometió a ellos y a su descendencia la salvación, anunciando el envío de su Hijo unigénito, Jesús, que en la plenitud de los tiempos revelaría su amor de Padre, un amor capaz de rescatar a toda  criatura humana de la esclavitud del  mal y de la muerte.

En Cristo hemos recibido la vida inmortal, la misma vida de la Trinidad, Gracias a Cristo, el buen pastor, que no abandona a la oveja perdida, los hombres de todo los tiempos tienen la posibilidad de entrar en la comunión con Dios, Padre Misericordioso, dispuesto a volver a acoger en su casa al hijo que realmente quiere regresar a su Padre, que es Dios.

domingo, 5 de mayo de 2013

EL AMOR DE DIOS Y LA CONFIANZA EN ÉL


¿En qué consiste la fidelidad de Dios en la que se puede confiar con firme esperanza? En su amor. Él, que es Padre, vuelca en nuestro yo más profundo su amor, mediante el Espíritu Santo (cf. Rm 5,5). Y este amor, que se ha manifestado plenamente en Jesucristo, interpela a nuestra existencia, pide una respuesta sobre aquello que cada uno quiere hacer de su propia vida, sobre cuánto está dispuesto a empeñarse para realizarla plenamente.
El amor de Dios sigue, en ocasiones, caminos impensables, pero alcanza siempre a aquellos que se dejan encontrar. La esperanza se alimenta, por tanto, de esta certeza: «Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él» (1 Jn 4,16). Y este amor exigente, profundo, que va más allá de lo superficial, nos alienta, nos hace esperar en el camino de la vida y en el futuro, nos hace tener confianza en nosotros mismos, en la historia y en los demás.
En este fin de semana los jóvenes de nuestra Diócesis en su primera convivencia (Chimaltenango) deben preguntarse y nosotros los que ya estamos ejerciendo nuestro ministerio también. «¿Qué sería nuestra vida sin este amor? Dios cuida del hombre desde la creación hasta el fin de los tiempos, cuando llevará a cabo su proyecto de salvación. ¡En el Señor resucitado tenemos la certeza de nuestra esperanza!».


sábado, 4 de mayo de 2013

ACTIVIDADES PARROQUIALES


En nuestra parroquia “San Francisco de Asís”, se dio inicio a un pequeño curso sobre el Concilio Vaticano II con motivos del Año de Fe. Como bien sabemos este año fue convocado para conmemorar los 50 años del inicio del Concilio Vaticano II, un acontecimiento que ha marcado la vida de la Iglesia en los tiempos presentes, y también los 20 años de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica como fruto del Concilio.

Fue convocado por el Papa Juan XXIII en 1962 y clausurado por el Papa Paulo VI en 1965. Ha sido el concilio más representativo de todos. Asistieron más de dos mil Padres Conciliares procedentes de todas las partes del mundo y de una gran diversidad de lenguas y razas.

En este año estamos invitados a releer los documentos del Concilio (16 Documentos)

4  Constituciones: Lumen Gentium, Dei Verbum, Sacrosanctum Concilium, Gaudium et Spes.

9  Decretos: Ad Gentes, Inter Mirifica, Orientalium Ecclesiarum, Unitatis Redintegratio, Christus Dominus, Optatam Totius, Presbyterorum Ordinis, Perfectae Caritatis, Apostolicam Actuositatem.

3  Declaraciones: Gravissimum Educationis, Dignitatis Humanae, nostra Aetate.

Y el medio mas accesible a todos, EL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA.

       

viernes, 3 de mayo de 2013

EL SACERDOTE COMO MÉDICO DE LAS ALMAS


Por el Sacramento del Orden, los presbíteros se configuran a Cristo Sacerdote como miembro con su Cabeza para la estructuración y edificación de todo su Cuerpo, que es la Iglesia, como cooperadores del orden episcopal. Ya en la consagración del bautismo, como todos los fieles cristianos, recibieron ciertamente la señal y el don de tan grande vocación  y perfección.

Como ministros sagrados, sobre todo en el Sacrificio de la Misa, los presbíteros ocupan el lugar de Cristo, que se sacrificó a sí mismo para santificar a los hombres, y, por ende, son invitados a imitar lo que administran; ya que celebran el misterio de la muerte del Señor.

Los presbíteros se unen con la acción de Cristo Sacerdote, se ofrecen todos los días enteramente a Dios, mientras se nutren del Cuerpo de Cristo participan cordialmente de la caridad de quien se da a los fieles como manjar.

En este retiro que fue predicado por el padre Benito, del vicariato de Izabal, la línea que él utilizo fue de San Juan de Ávila, agradecemos por las oraciones hacia nosotros que estuvimos en estos días en meditación.

Compañeros sacerdotes




Escuchando al p. Benito