domingo, 28 de febrero de 2016

LA CONVERSIÓN


La página del evangelio de san Lucas, que se proclama en este tercer domingo de Cuaresma, refiere el comentario de Jesús sobre dos hechos. El primero: la revuelta de algunos galileos, que Pilato reprimió de modo sangriento; el segundo, el desplome de una torre en Jerusalén, que causó dieciocho víctimas. Dos acontecimientos trágicos muy diversos: uno, causado por el hombre; el otro, accidental.

Según la mentalidad del tiempo, la gente pensaba que la desgracia se había abatido sobre las víctimas a causa de alguna culpa grave que habían cometido. Jesús, en cambio, dice: “¿piensan que estos galileos eran más pecadores que todos los demás galileos?... O aquellos dieciocho, ¿piensan que eran más culpables que los demás hombres que habitaban en Jerusalén?”. En ambos casos, concluye: “No, les aseguro; que si no se conviertan, todos perecerán del mismo modo”.

sábado, 27 de febrero de 2016

FOTOGRAFÍAS DE LA ORDENACIÓN DIACONAL


Dios nuestro, que enseñaste a los ministros de tu Iglesia a no buscar que alguien los sirva, sino a servir a todos, concede a estos hijos tuyos que has elegido hoy para el ministerio del diaconado ser infatigables en el don de sí mismo, constantes en la oración y alegres y bondadosos en el ejercicio de su ministerio. Con esta oración bellísima inició la Iglesia a implorar a Dios sobre los nuevos elegidos diáconos.

Dios bendiga el ministerio diaconal de: Simeón Eduardo Guarcax, Elmer Clemente Martín y Manuel Nicasio Tambriz.




































viernes, 26 de febrero de 2016

III VIERNES


Señor mío y Dios mío, bajo la mirada amorosa de nuestra Madre, nos disponemos a acompañarte por el camino de dolor, que fue precio de nuestro rescate. Queremos sufrir todo lo que Tú sufriste, ofrecerte nuestro pobre corazón, contrito, porque eres inocente y vas a morir por nosotros, que somos los únicos culpables. Madre mía, Virgen dolorosa, ayúdame a revivir aquellas horas amargas que tu Hijo quiso pasar en la tierra, para que nosotros, hechos de un puñado de lodo, viviésemos al fin in libertatem gloriæ filiorum Dei, en la libertad y gloria de los hijos de Dios.








HACIA DONDE VAMOS


Dios ha creado al hombre para manifestar y comunicar su bondad y amor, de forma que pueda conocerle y amarle cada día más y así le sirva libremente en esta vida, gozando después con Él para siempre en el cielo. Dios quiere que seamos felices aquí en la tierra y después eternamente con Él en el cielo. Si nos preguntan a los cristianos hacia dónde vamos, la respuesta también es clara: al cielo. Si no conseguiremos esta meta, nuestra vida sería un fracaso.

miércoles, 24 de febrero de 2016

LA PIEDRA Y EL DIAMANTE


Cuenta una leyenda que hace tiempo un joven trabajador de una mina se quedó atrapado en la profundidad de los túneles, sin comida, sin agua y sin luz, pasaron las horas y habiendo acostumbrado sus ojos a la oscuridad, en un punto lejano del túnel vio una pequeñísima luz que coquetamente guiñaba, lentamente y tomándose de las paredes del túnel, se encaminó hacia la lucecilla, cuando la alcanzó se dio cuenta que era una pequeña y sucia roca a la que sobresalía una pequeña porción ligeramente transparente, que fue suficiente para reflejar la luz que le condujo a la salida de donde se encontraba atrapado.

Como recuerdo a lo sucedido, el joven trabajador tomó la roca y se la llevó, la limpió y se dio cuenta que entre más pulía más brillaba y con el paso del tiempo la roca fue adquiriendo un singular brillo. Por las noches la admiraba contra la luz de las velas y se maravillaba de sus destellos, pero en una ocasión camino a su casa, volteó al suelo y vio una piedra de bonita figura, la tomó y tiró aquella roca que una ocasión fue su guía a la superficie.

Se llevó la piedra de bonita forma a su casa, la limpió y al paso de los días de dio cuenta que por más que la puliera, la piedra seguía siendo la misma piedra, sin brillo, sin cambios, solo una piedra.

Volvió sobre sus pasos a buscar aquella roca que fue su luz un día, ya no la encontró en el lugar donde la había tirado. Levantó sus ojos y la vio, linda, esplendorosa y reluciente en manos de un hombre que supo aquilatar el verdadero valor de la roca, el brillo de sus destellos enorgullecían al hombre que la llevaba de su mano, porque aquella roca que un día guiñó tímidamente con su luz, era un puro y verdadero diamante.

Se acercó al hombre, lloró y le rogó que le devolviera su roca, le explicó lo que había significado en su vida y también le contó que había cometido el error más grande al tirar su diamante por una piedra del camino. 

Serenamente el caballero le respondió que entendía perfectamente todo lo que le contaba y que lamentaba su gran perdida, pero que en sus manos el diamante alcanzó todo su esplendor y señorío, y que no estaba dispuesto a devolverlo, porque además el diamante titilaba alegremente en su mano y ese era su lenguaje de felicidad, que ahora le pertenecía y que para él era el tesoro más preciado en su vida, que no lo cambiaría ni por una montaña de piedras del camino...

Porque las piedras por más que las pulas y trates de cincelarlas, siguen siendo piedras, sin brillo, sin destellos y nunca te llevarán a ningún lado. Nosotros somos un diamante, que a veces no es bien valorado pero siempre llega quien sepa valorarnos y hacer que brillemos mucho más.

No te sientas mal si alguien no supo valorar a un gran diamante como TU. Este escrito fue dedicado de una madre hacia su hija para levantarle el autoestima en un momento difícil de su vida amorosa.

martes, 23 de febrero de 2016

¿ES CORRECTO LLAMAR "PADRE" A UN SACERDOTE?


“«Ustedes, en cambio, no se dejen llamar "Rabbí", porque uno solo es su Maestro; y todos ustedes son hermanos. Ni a nadie llamen " Padre " en la tierra, porque uno solo es su Padre: el del cielo. Ni tampoco se dejen llamar "Directores", porque uno solo es su Director: el Cristo.” (Mat. 23:8-10).

Algunos hermanos separados, acostumbrados a leer y entender la Biblia literalmente, sacan en conclusión que la Biblia prohíbe llamarle “Padre” al sacerdote, con la consecuencia de que los católicos estamos actuando en contra de la Biblia. Recuerdo que en una ocasión un hermano dijo que él nunca le llamaba “Padre” a nadie por cumplir con la Biblia, y cuando se le preguntó que como le llamaba al que enseñaba en la escuela dijo muy orgulloso que él no le llamaba maestro; entonces como le llamas se le preguntó de nuevo y de nuevo sonriendo dijo que él cumplía con la Biblia y que por eso solo le llamaba “teacher”... pobrecito, si “teacher” es lo mismo que maestro pero en inglés.

Pues bien, profundicemos en la Palabra de Dios y veamos cual es la respuesta a esta objeción y la correcta interpretación de este pasaje conociéndola por la misma Escritura:

1.- En la Biblia si se usa la palabra “Padre” en Sentido biológico.
Al estudiar la Biblia un poco más atentamente notaremos rápidamente que al contrario de los que muchos protestantes dicen, en la Biblia si se le llama “Padre” a un hombre primeramente mostrando su paternidad biológica. Ejemplos de esto son:

-        “Honra a tu Padre y a tu madre” Lc 18,20, “Hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor; porque esto es justo”. Ef 6,1, “Dijo Isaac a su padre Abraham: «¡Padre!» Respondió...” Gen 22,7, “Ella le respondió: « Padre mío, has abierto tu boca ante Yahveh...” Jc 11,36, Dijo: «Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo al padre: " Padre...” Lc 15,11-12.

   Es algo muy común en la Biblia el llamar “Padre” en este sentido e incluso puedes notar que se usó también en el Nuevo Testamento. Avancemos un poco más.

2.- En la Biblia si se usa la palabra “Padre” en Sentido de amistad y cuidado.
“Se acercaron sus servidores, le hablaron y le dijeron: «Padre mío...” 2 Rey 5,13 “... él me ha hecho a mí un padre para el Faraón, y señor de toda su casa” (Gén. 45:8).
“Era el padre de los pobres, la causa del desconocido...”. Job 29,16. Así que mis estimados hermanos protestantes, es necesario leer más la Biblia.

3.- En la Biblia si se usa la palabra “Padre” en Sentido espiritual. 

Tal vez alguien que no es católico diría que está bien, que si se puede llamar “padre” en sentido material pero no se debería hacer en el sentido espiritual que es como se hace en el caso de los sacerdotes. Pues bien, resulta que el uso de esta palabra en este sentido también es de lo más común en la Sagrada Escritura. Veámoslo:

-       “Eliseo le veía y clamaba: « ¡Padre mío, padre mío! ...” 2 Rey 2,12 ,   “Y, gritando, dijo: "Padre Abraham, ten compasión de mí...” Lc 16,24“Él respondió: «Hermanos y padres, presten atención”. Hech 7,2 Esto lo dijo Esteban a los ancianos y escribas judíos. Además, según la Biblia, Esteban era un “hombre lleno de fe y de Espíritu Santo...” Hech 6,5 Entonces si estaba lleno de Dios no podía equivocarse.

4.- En la Biblia los Apóstoles se consideran a sí mismos como “Padres” en el Sentido espiritual.

Hay algo más que podemos compartir. La Biblia no solamente usa la palabra “Padre” en sentido fraternal, biológico y espiritual; Sino que incluso los mismos Apóstoles se consideraron como padres espirituales. Confirmemos esto con la Biblia en la mano y note usted las palabras que ellos usaron:

a) El Apóstol Pablo dijo: “a Timoteo, hijo querido. Gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús Señor nuestro. 2 Tim 1,2 Si le dijo ‘hijo’ a Timoteo es porque el mismo se consideraba como su “Padre espiritual”. Fil 2,22.

b) El Apóstol Juan igualmente dice: “Hijos míos, es la última hora...” 1 Jn 2,1 Note usted como él los considera sus ‘hijos’ por lo tanto él se está considerando su ‘Padre’.

c) El Apóstol Pedro también lo hará diciendo: “Les saluda la que está en Babilonia, elegida como vosotros, así como mi hijo Marcos. 1 Pe 5,13 Para Pedro, Marcos es visto por él como su ‘hijo’.

La razón bíblica por la que Pedro, Pablo y Juan se consideraban a si mismos como “Padres espirituales” la encontramos en la Biblia:

“No os escribo estas cosas para avergonzaros, sino más bien para amonestaros como a hijos míos queridos. Pues aunque hayáis tenido 10.000 pedagogos en Cristo, no habéis tenido muchos padres. He sido yo quien, por el Evangelio, los engendré en Cristo Jesús”. 1 Cor 4,14-15.

Directamente aquí San Pablo afirma que él es como un “Padre” para ellos pues fue él quien los engendró en Cristo Jesús. Es exactamente lo mismo con el sacerdote que nos hace “nacer en la fe” mediante la predicación y los sacramentos. Por eso los Apóstoles sentían el deber de cuidar de ellos como se hace entre un hijo y un padre. Al llamarle nosotros “Padre” al sacerdote y él considerarnos como sus hijos, estamos cumpliendo con la Biblia. Si hay hermanos “fundamentalistas” que no quieren cumplir con la Escritura los respetamos, pero nosotros preferimos obedecer la Palabra de Dios.

5.- En Mt. 23,8-10 Jesús simplemente quiso enseñar el evitarse considerar más que los demás y el poner a Dios como el centro de nuestras vidas.
Después de ver todas las pruebas bíblicas queda claro que nunca en la Biblia se prohibió llamarle “Padre” a una persona. Si es así entonces como debemos de entender las palabras que Jesús dijo de no llamarle a nadie Padre en la tierra.

En realidad la respuesta es fácil si seguimos leyendo el mismo pasaje de la Biblia en el versículo que viene después:

“Pues el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado”. Mt 23,12. 
Eso es simplemente lo que Jesús quería enseñar. Por eso cuando las sectas olvidan o no quieren leer este versículo es que se confunden tan fácilmente. Jesús está queriendo enseñar que nadie por tener un oficio, puesto, título o mayor autoridad se considere más que los demás. Eso era y es muy común que pase. De allí que Jesucristo no quiere que suceda lo mismo entres sus discípulos y por eso lo dijo así de fuerte.

En realidad Jesús lo dijo así porque estaba usando una “Hipérbola” es decir, una comparación donde se “exagera” algo con el fin de dar una enseñanza. Popularmente nosotros decimos también: “te lo dije mil veces” cuando en realidad al niño solamente se lo habíamos dicho tres veces. Esa es otra hipérbola. Jesús también había dicho: “Y si tu pie te es ocasión de pecado, córtatelo”. Mc 9,45 Es obvio que es otra hipérbola más. Yo no he sabido nunca de un protestante que ande cojo, ciego o manco.

Resumiendo entonces digamos que la verdadera enseñanza de este pasaje es que Dios es nuestro Padre, Guía y maestro principal y que al mismo tiempo por ser todos sus hijos no debemos considerarnos unos más que los demás. Así que eso de que la Biblia prohíbe llamarle padre, director o maestro a una persona es simplemente una muy mala interpretación de algunas sectas fundamentalistas que toman la Biblia al ‘pie de la letra’ y que desconocen lo que la Escritura enseña en otras partes sobre el mismo tema.

Fuente; Catholic.net

martes, 16 de febrero de 2016

¿EN QUE DEDO SE LLEVA EL ANILLO MATRIMONIAL?


Hace cuatro año me hicieron esta pregunta, y ahora vuelven a preguntar pero en otra parroquia.  Solo quiero saber dónde exactamente se debe llevar el anillo matrimonial, porque en la sociedad hay una confusión... unos afirman que en la mano derecha pero otros en la mano izquierda... al escuchar los comentarios hechos por los mismos no son tan convincentes y falta de fundamentos.

Tenemos que afirmar que lo esencial en el sacramento del Matrimonio es el consentimiento, que se dan los que se casan, si faltara el consentimiento no habría Sacramento.  Pero la entrega de los anillos tiene su importancia en este sacramento puesto que son signos que reflejan la alianza entre ambos. En la oración de bendición de los anillos se dice claramente que se lo entregarán uno al otro “en señal de amor y fidelidad”. Las palabras que dicen los esposos es lo siguiente: “N., recibe esta alianza, en señal de mi amor y fidelidad a ti. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. Se invoca a la Trinidad para pedir el auxilio y como garantía de este compromiso, representado por estos anillos.

El ritual de los sacramentos (BAC) indica que el anillo se introduce en el dedo anular. Depende de la costumbre del lugar, puede llevarse en la mano derecha o la izquierda. Se creía (desde los griegos) que es la mano que se relaciona con el corazón porque hay una arteria que sale del corazón y recorre el brazo izquierdo hasta llegar al cerebro. Los demás anillos que no tienen significado alguno, pueden ir en cualquiera de las dos manos e incluso en el dedo que más te guste.