viernes, 23 de diciembre de 2016

DIOS SIEMPRE MANIFIESTA SU AMOR


Queridos amigos; en este año me ha parecido muy oportuno en esta ocasión reflexionar un poco sobre la navidad en clave de la humildad, amor y gratitud a Dios.

Dios nos ha enseñado ser humildes, desde que nace. Él, que es el Sumo Creador, bien hubiera podido nacer en un palacio lujoso, pero ha preferido un establo, ni siquiera una casa. Y no debemos de olvidar que ser humildes no es propiamente cuando uno quiere humillarse, sino cuando me humillan inesperadamente.

Todos experimentamos lo difícil de ser humilde y en este tiempo  es muy propicio para estar recogido en silencio, en medio de nuestro mundo persuadido en el ruido y la agitación.

La navidad es fruto del amor de Dios para con nosotros, ¡Dios está aquí! Eso es el mensaje que nos debe de llenar de mucha alegría. El Dios que hizo todo de la nada ha querido en virtud de un inexplicable amor vestir nuestra carne y experimentar el hambre, la sed, la persecución, el desprecio.

Lo propio del hombre es ser agradecido, porque no tenemos nada que no hayamos recibido. Todo es un don de Dios, un regalo, y debemos de agradecer siempre este regalo maravilloso.

Con estas pequeñas letras  quiero desearles una Santa Navidad y un año nuevo lleno de bendiciones, y que nuestra madre la Siempre Virgen les acompañe con su intercesión.