TEMAS DE INTERÉS

viernes, 29 de agosto de 2014

EN LA MEDITACIÓN INTRODUCTORIA


Hemos culminado hoy nuestro retiro anual, es una experiencia única que nos da el Señor todos los días y años. Nos decía el padre Abelardo, hemos venido a encerramos a solas con Dios. Bendita  soledad. Oigamos a S. Juan de la Cruz: una Palabra habló el Padre, que fue su Hijo. Y esta habla siempre en eterno silencio. Y en silencio ha se ser oída.

Tratemos de dar más cabida a Dios: a su luz y a su gracia.

El fruto, bien lo sabemos, será proporcional a nuestras disposiciones: deseos de ver más; humildad, sinceridad con nosotros mismos: docilidad al Espíritu Santo.

Venimos a repasar verdades o virtudes fundamentales que constituyen el armazón de nuestra vida interior. En fin trataremos de conocer un poco más al Señor. Y un poco mejor a nosotros mismos.
De manera que se cumpla una vez más aquello de  Isaías: Mi palabra no volverá a Mí vacía. El Señor espera siempre frutos. Tiene derecho. Es el Sembrador. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si te gustó el artículo, déjame tu comentario.