jueves, 18 de septiembre de 2025

DIOS NOS SALE AL ENCUENTRO


¿Por qué tuvo Dios que mostrarse para que sepamos cómo es? 

El hombre, mediante la razón, puede conocer que existe Dios, pero no cómo es Dios realmente. Pero como Dios quería ser conocido, se ha revelado a sí mismo. 

Dios no estaba obligado a revelarse a los hombres. Lo ha hecho por amor. Como en el amor humano podemos saber algo de la persona amada sólo cuando nos abre su corazón, del mismo modo sólo sabemos algo de los más íntimos pensamientos de Dios porque el Dios eterno y misterioso se ha abierto por amor a nosotros. Desde la creación, pasando por los patriarcas y profetas hasta la REVELACIÓN definitiva en su Hijo Jesucristo. 

¿Cómo se revela Dios en el Antiguo Testamento? 

En el ANTIGUO TESTAMENTO Dios se revela como el Dios que ha hecho el mundo por amor y que es fiel al hombre incluso cuando éste se separa de él por el pecado. Dios se da a conocer en la historia: Sella con Noé una Alianza para salvar a todos los seres vivos. Llama a Abraham para hacer de él "padre de muchedumbre de pueblos. El pueblo de Israel, nacido de Abraham, será su propiedad personal. Dios se da a conocer a Moisés por su nombre. Su nombre misterioso [YAHVÉ] significa "Yo soy". Libera a Israel de la esclavitud en Egipto, sella una alianza en el Sinaí y por medio de Moisés da a su pueblo la ley. Una y otra vez envía Dios profetas a su pueblo, para llamarlo a la conversión y a la renovación de la Alianza. Los profetas anuncian que Dios establecerá una Alianza nueva y eterna, que realizará una renovación radical y la redención definitiva. Esta Alianza estará abierta a todos los hombres. 

¿Qué nos muestra Dios de sí cuando nos envía a su Hijo? 

En Jesucristo Dios nos muestra toda la profundidad de su amor misericordioso. Por medio de Jesucristo el Dios invisible se hace visible. Se hace hombre como nosotros. Esto nos enseña hasta dónde alcanza el amor de Dios. Lleva toda nuestra carga. Anda todos los caminos con nosotros. Está en nuestro abandono, nuestro dolor, nuestro miedo ante la muerte. Está allí donde no podemos avanzar más, para abrirnos la puerta hacia la Vida. 

¿Por qué transmitimos la fe?

Transmitimos la fe porque Jesús nos encarga: "Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos" Ningún cristiano auténtico deja la transmisión de la fe sólo en manos de los especialistas (maestros, sacerdotes, misioneros). Uno es cristiano para los demás. Esto quiere decir que todo cristiano auténtico desea que Dios llegue también a los demás. Se dice: "¡El Señor me necesita! Estoy bautizado, confirmado y soy responsable de que las personas de mi entorno tengan noticia de Dios y 'lleguen al conocimiento de la verdad'". La Madre Teresa empleaba una buena comparación: "A menudo puedes ver cables que cruzan las calles. Antes de que la corriente fluya por ellos no hay luz. El cable somos tú y yo. ¡La corriente es Dios! Tenemos el poder de dejar pasar la corriente a través de nosotros y de este modo generar la luz del mundo -JESÚS- o de negarnos a ser utilizados y de este modo permitir que se extienda la oscuridad".