La experiencia fundamental
del peregrino debe ser la de escuchar, porque “de Jerusalén surgirá la Palabra
del Señor” (Is 2,3).
Tierra Santa es, sin lugar a
dudas, parte integrante de la comprensión de la Palabra histórica de Dios, que
ha fijado su tienda en Jacob y ha tomado la herencia de Israel, que se ha
establecido en Sión y ha puesto sus raíces en medio un pueblo glorioso, en la
porción del Señor, en Jerusalén; que se convierte en carne hebrea en Jesús, el
Mesías y se ha hecho Evangelio destinado a extenderse hasta los más lejanos
confines de la tierra, “comenzando por Jerusalén” (Hech 1,8).
Todas las regiones de Tierra
Santa, en especial Jerusalén, son “la geografía de la salvación”, donde Dios –
a través de su Hijo Jesús – realizó “la historia de la salvación”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si te gustó el artículo, déjame tu comentario.