Pablo VI y Oscar Romero, horas para que sean Santos |
El papa Francisco presidirá el domingo 14 de octubre
la ceremonia de canonización de siete ejemplos de vida cristiana para los
jóvenes del mundo en el marco del Sínodo (3-28 octubre) dedicado a las
vocaciones de las nuevas generaciones. Entre ellos encontramos un Papa pasando
por un mártir, dos religiosas y dos sacerdotes, hasta un joven laico. En Plaza
de San Pedro se espera 70.000 peregrinos; solo de EL Salvador llegaron 5000
personas.
Pablo VI, pontífice de la juventud de Francisco, será
canonizado junto al obispo mártir monseñor Romero que le inspira en los
momentos de tribulación y ataques en su contra.
“Creo que el Papa estará muy contento. Una de las
primeras cosas que me dijo al inicio de su pontificado era que esperaba y
rezaba para poder canonizar a Pablo VI”, contó a la prensa el nuevo prefecto
para la Congregación para la Causa de los Santos, el cardenal Giovanni Angelo
Becciu.
El cardenal citó un proverbio que para él encierra la
santidad de Pablo VI: “El hombre contemporáneo escucha más a gusto a los
testigos que a los maestros, y si escucha a los que enseñan, es porque dan
testimonio” (n, 41). Bueno, esta frase parece ser la biografía más auténtica
del mismo Pablo VI, él mismo fue un mensajero de la luz de Cristo y
destacado maestro de la fe en Dios y en el hombre”.
Pablo VI será canonizado junto a monseñor Óscar Romero
otro pastor que fue testigo y maestro con su testimonio y martirio, asesinado
mientras celebraba la misa. Ambos se conocieron en vida y mantuvieron una
amistad entrañable. Después de un proceso de canonización lleno de obstáculos y
prejuicios, el obispo de los pobres, asesinado por odio a la fe, será
proclamado santo.
“Es admirable como hubo una tanta sintonía entre Pablo
VI y Romero. Una comunión que acercó el uno al otro. El Papa sufrió
una pasión fuerte, no fue fácil ser pontífice en ese tiempo del post concilio,
como que vio en Romero una cosa tan parecida. Los dos se acompañaron y que
bueno verlos juntos el día domingo en la canonización”, dijo el cardenal
Gregorio Rosa Chávez.
Pablo VI enfrentó el horror del totalitarismo y los
rechazos por abrir la Iglesia al mundo: “Giovanni Battista Montini conoció
personalmente los grandes dramas del siglo XX: las dos guerras mundiales, los
sistemas totalitarios del fascismo, el nazismo y el comunismo, y luego la
violencia extrema del terrorismo (el asesinato de su amigo político cristiano,
Aldo Moro, por mano de las brigadas rojas). Pero las cuestiones espinosas no
faltaron incluso dentro de la comunidad cristiana: los años del post concilio
fueron los más difíciles y dolorosos de su pontificado”, confirmó el prefecto
de la Congregación para la Causa de los Santos.
Romero y Pablo VI fueron dos testigos de la fe en
momentos difíciles. “Romero no se entiende, sino de rodillas ante el altar. Un
hombre profundamente interior y profundamente espiritual. Al grado que siendo
seminarista quiso hacer ofrenda para su diócesis y habló de martirio ya como
seminarista, así que Romero es una persona que nos enseña que no se puede dejar
frutos, si no hay una raíz en el suelo de la fe y de la plegaria ante el Señor.
Esta es la gran lección que no podemos olvidar”, añadió El Obispo Auxiliar de
San Salvador (El Salvador).
Cfr. Aleteia.org
Cfr. Aleteia.org
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