Hospital Nacional de Chimaltenango |
Personas
que están junto a los enfermos que tienen necesidad de una asistencia
continuada, de una ayuda para lavarse, para vestirse, para alimentarse. Cuántos
cristianos dan testimonio también hoy, no con las palabras, sino con su vida
radicada en una fe genuina, y son «ojos del ciego» y «del cojo los pies».
Este
servicio, especialmente cuando se prolonga en el tiempo, se puede volver
fatigoso y pesado. Es relativamente fácil servir por algunos días, pero es
difícil cuidar de una persona durante meses o incluso durante años, incluso
cuando ella ya no es capaz de agradecer. Y, sin embargo, ¡qué gran camino de
santificación es éste! En esos momentos se puede contar de modo particular con
la cercanía del Señor, y es también un apoyo especial para la misión de la
Iglesia.
Dios es Vuestra Fortaleza...El nos ha dado un Don como instrumento para atender a los necesitados....con mucha prudencia y sabiduría...ayudemos siempre al más necesitado...Dios siempre camina y está a Vuestro lado donde quiera que estemos...ayudando a muchas y muchos a recuperar su estado de salud...Dios todo poderoso y misericordioso no nos abandones ni de noche ni de día...a ti llamamos y clamamos ven señor Jesús Misericordioso AMÉN
ResponderEliminarAmén
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