IGLESIA DE SANTA CRUZ, LA CORUÑA ESPAÑA

Vista aérea

Una obra de arte total, con poder creativo esta iglesia es una "joya de la arquitectura", con un diseño innovador y vanguardista, integrada en el entorno y con un campanario esbelto y escultórico. El interior orienta a los feligreses en semicírculo alrededor del altar, transmitiendo paz y recogimiento, donde es imprescindible "ver y oír" tal y como impone el Concilio Vaticano II. 

Este templo, diseñado por el arquitecto Miguel Fisac, fue terminado en 1969, y alberga las tumbas de los dos vecinos que lo costearon económicamente, Josefa y Leopoldo. El conjunto parroquial de Santa Cruz de Oleiros, con iglesia y dependencias, fue construido "insitu" íntegramente con hormigón armado, salvo la cubierta y las vigas que se realizaron con piezas prefabricadas. Fisac siempre elogió a Julio Mañanas, el albañil de Oleira que realizó las obras.

 Este asombroso edificio está diseñado como una sucesión de cerramientos continuos, generados por muros curvos. Las distintas áreas de la iglesia están definidas por el color de la luz: amarillo en el presbiterio, azul en la nave, blanco en el altar y en el baptisterio-capilla penitencial, y una luz intensamente roja en la capilla del Santísimo Sacramento. 

La aspiración del arquitecto era lograr una obra de arte total, por lo que diseñó personalmente todo el mobiliario litúrgico. Preside el templo un gran crucifijo y una imagen de la Virgen María con el Niño, realizada en bronce por los escultores Pablo Serrano y José Luis Sánchez, respectivamente. El campanario destaca por su plasticidad y belleza. Escultórico y esbelto contrasta de manera puntual con la iglesia, sirviendo de punto de referencia desde la costa de Santa Cruz casi como un faro diurno.

Fuente: La Bahía de Santa Cruz

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