La llegada de las redes sociales ha alterado nuestros vínculos y relaciones sociales. No sabemos si para bien o para mal. Pasamos horas tecleando en nuestro smartphone, escribiendo mensajes y actualizaciones, enviando tuits o publicando fotos y selfies.
Todos, quien más, quien menos, compartimos nuestra vida por medio de una pantalla, intentado presentarla a los demás lo más bella y atractiva posible. De este modo, consciente o inconscientemente, nos estamos convirtiendo en tipos de las redes sociales.
Pero hay una paradoja. Cuanto más nos exponemos “nosotros mismos” en las redes sociales, publicando nuestras imágenes o manifestando pensamientos personales, más nos convertimos en simples etiquetas dentro de grandes categorías. En Facebook, Instagram o en Twitter, cualquier usuario parece perder su identidad personal para transformarse en una simple tipología de usuario. Hay muchas categorías.
Como un divertimento, hemos identificado sólo las más representativas. ¿Te reconoces en alguna?
Los “ZAPPEROS”: son los que miran y controlan todas las noticias, no les gusta hacer entradas de texto y se conforman con ver la vida de los demás. Les gusta hacer "zapping" pasando revista a los muros de noticias, y los perfiles de los demás, en parte aburridos, en parte interesantes.
Los NCIS: después de años de “voyerismo” han desarrollado el difícil arte del control. Si conocen a alguien, sienten el impulso de lanzar búsquedas. Comprueban si se tienen amigos en común o grupos, conocen al dedillo las informaciones personales, desde la fecha del cumpleaños a cómo se llama el pariente más próximo. No dejan ninguna huella en el escenario del crimen y no toman parte en ningún diálogo.
Los NIKITA: siempre informados y dispuestos a afirmar con cierta arrogancia: “Si, lo sé, lo ha escrito o lo ha publicado…”. Saben todo de todos. Flirteos y movimientos de sus contactos son el pan de cada día. Como todo espía que se respete, hablan poco y actúan mucho, pero cuando hay que dar juicios de valor están en primera línea, y por supuesto se comunican en chats privados, y lo habitual es que informen a los amigos.
Los CULTURISTAS/PROVOCADORES: concentrados sobre ellos mismos y siempre dispuestos a exhibir musculatura y sesiones de entrenamiento, carreras, concursos, aman su cuerpo y tienen el like incorporado también a sus fotos. Si se “gustan”, ¿por qué ocultarlo?
Los PETER PAN: aquellos para los que cualquier rincón del mundo es bello, y sienten la necesidad innata de compartir lo que ven, un ocaso maravilloso o una jornada lluviosa, se contentan con los aforismos porque les gusta suscitar emociones, lanzando fotos por arrobas.
Los POETAS NAVEGANTES: les gusta hacer crónicas de sus viajes, largos o cortos. Quieren compartir sus desplazamientos, no pueden evitarlo. Conocen de memoria las frases célebres de poetas o cantantes y no desdeñan acoplar fotos con frases. Es obvio que se sienten innovadores.
Los CONTESTATARIOS: son siempre polémicos. El tema no importa, no pierden ocasión de discutir. No les importa si se trata de política o de un concierto. Toman partido y lanzan granadas de mano con frases inoportunas y, a veces, sin ningún sentido.
Los VIOLENTOS: pase lo que pase, proclaman a voces que no están de acuerdo: son un tipo evolucionado de los contestatarios que se centran en las discusiones de un “cierto nivel”, de política o economía, por ejemplo.
Los ODIADORES/INSTIGADORES: definidos com haters (odiadores), tienen que dar su opinión porque el mundo no puede vivir sin ellos. Aborrecen a todos, odian a diestra y siniestra. Ofenden, utilizan un lenguaje grosero, condimentado con frecuencia con evidentes errores gramaticales.
Los MELODRAMÁTICOS: están enfadados con el mundo todos los días. Comparten frases al azar para que otros, a menudo indefinidos, lean entre líneas. Incansables y tenaces pueden seguir indefinidamente.
Los RELIGIOSOS: Comparten cualquier cadena de San Antonio, escriben “amén” bajo las fotos y te dan los buenos días compartiendo el santo del día.
Fuente: Family and Media
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