Nicholas Buer pasó
once noches del mes de marzo en La Palma, con la intención de capturar las
imágenes de la Vía Láctea elevándose desde el horizonte a través del cielo. Las
condiciones del lugar –su latitud, su aire seco, su altitud y la falta de
contaminación lumínica- hacen de estas islas españolas un lugar excepcional
para la contemplación del cielo nocturno.
De hecho, muchos de los
mejores observatorios del mundo tienen sedes o pequeñas instalaciones en la
parte alta de la isla, a la que también se le ha apodado “la Hawaii de Europa”.
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