Lázaro y el rico |
JUICIO PARTICLAR El juicio
particular se da en el momento de la muerte, cuando cada uno es juzgado según
sus obras, para ir a gozar con Dios (PARAISO) o para sufrir lejos de Él
(infierno)
Lc. 23-43 Respondió
Jesús: realmente te digo que hoy mismo
estarás conmigo en el paraíso. Ese hoy mismo se refiere al gozo del alma ya
inmediatamente después de la muerte.
2 cor 5,8 nos
gustaría salir de este cuerpo para ir a vivir junto al Señor.
Lc. 16, 22-23 pues
bien, murió el pobre y fue llevado por los ángeles hasta el cielo cerca de
Abraham, murió también el rico y lo sepultaron. Estando en el infierno, en
medio de tormentos, el rico levanta los ojos y ve de lejos a Abraham y a Lázaro
cerca de él. Aquí se habla de dos
destinos diferentes, según las obras de cada uno.
JUICIO FINAL: Jn 5,
28-29 sepan que llega la hora en la que todos los que están en el sepulcro
oirán mi voz. Los que hicieron el bien saldrán y resucitarán para la vida, pero
los que obraron el mal resucitarán para la condenación.
Hechos 24,15 creo
todo cuanto está escrito en la ley y los profetas y tengo la misma esperanza en
Dios que tienen ellos, sé que habrá una resurrección tanto de justos como de
pecadores.
INFIERNO Según la
Biblia, el infierno es el castigo eterno para los ángeles rebeldes (demonios) y
sus seguidores.
Mt. 13-50 y los
arrojarán al horno ardiente donde habrá llanto y desesperación.
Mt. 25-41 al mismo
tiempo dirá a los que estén a su izquierda: apártense de mí malditos, vayan al
fuego eterno que ha sido destinado para el diablo y sus ángeles.
2 Ts 2,9 serán
condenados a la perdición eterna, lejos del rostro del Señor y de su poderosa gloria.
PURGATORIO. El
purgatorio es un estado intermedio entre la muerte y la gloria. No es un estado
definitivo como el infierno o la gloria. Los que mueren en
gracia de Dios pero no plenamente purificados, antes de llegar a la gloria
tienen la oportunidad de purificarse mediante el sufrimiento.
Mt. 12-32 el que
insulte al Hijo del hombre será perdonado, pero el que insulte al Espíritu
Santo no será perdonado, ni en esta vida ni
en la otra.
1cor, 3-15 pero si
es obra que se convierte en cenizas, él mismo se salvará como quien pasa por el
fuego y se quedará sin nada.
Ap. 21-27 en ella
no entrará nada manchado. Si morimos no plenamente purificados pasaremos por
ese estado de purificación antes de entrar en la gloria.
Mt 18-34 lo entregó
a la justicia hasta que pagara toda la deuda. La Iglesia enseña
que podemos ayudar a los que están purificándose después de la muerte con
nuestras oraciones, sacrificios y buenas obras. Esta práctica se fundamenta
desde el Antiguo Testamento.
2Mc 12-46 Esta fue
la razón por la que Judas ofreció este sacrificio por los muertos; para que
fueran perdonados de sus pecados.
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