martes, 28 de enero de 2014

SAN JUAN SACATEPEQUEZ: EL USO DE LA DIFAMACIÓN Y LA MENTIRA PARA CRIMINAL IZAR LAS LUCHAS


En una de las aldeas de las que conforman las Doce Comunidades Kaqchikeles de San Juan Sacatepéquez llamada Los Pajoques, vivieron nuevamente otra agresión por trabajadores de la empresa Cementos Progreso, según denunciaron varias personas.

Desde la llegada de ésta empresa a San Juan, la paz y tranquilidad de las comunidades se ha perdido. Cuando uno conversa con la gente, fácilmente cuentan que desde hace 8 años cuando apareció “la cementera“ la violencia no ha parado. La violencia política ejercida en contra de quienes se han organizado frente a estas agresiones constantes y para defender su vida y la naturaleza, pareciera no detenerse. Como en otros lugares, ésta violencia se refleja con mucha claridad, pues hay presos políticos, órdenes de captura, amenazas de muerte, procesos judiciales abiertos, agresiones, muertos, violación sexual a mujeres, campañas de difamación y mentiras.

Otro hecho de violencia

El día miércoles 22 de enero en horas de la noche, fueron atacados varios comunitarios y quedaron algunos de ellos heridos por arma de fuego y machete, por personas vinculadas laboralmente a la empresa, tal y como ellos mismos lo reconocen en un comunicado de prensa.

Llama la atención cómo en varios medios de prensa escrita se difundió información totalmente distinta de la versión de los representantes de las Doce Comunidades de San Juan Sacatepéquez. En la versión electrónica de elPeriodico aparece el día 24 de enero una nota titulada: Agreden a personal de fábrica de cemento y en Siglo21 otra nota titulada: Vapulean a empleados de cementera.

Siglo21 cita como fuente un comunicado elaborado por la empresa Cementos Progreso:“trabajadores de la construcción de la fábrica de cemento San Gabriel, en San Juan Sacatepéquez, fueron agredidos por hombres armados cuando retornaban de sus labores diarias a sus casas…”

En el caso de elPeriodico no se cita el comunicado de la empresa, ni la fuente de quien hace la denuncia, pero si hace una narración de lo supuestamente vivido por los trabajadores: “Sus compañeros al conocer el hecho, llegaron al lugar para asistirlo, pero fueron emboscados y atacados con armas de fuego.”

Pareciera que la empresa intenta colocar una versión diferente a lo ocurrido en los medios de comunicación, como es evidente en éstas notas, en donde dicen que fueron comunitarios los atacantes. Las fotografías mostradas en los diarios antes mencionados tampoco muestran a los supuestos trabajadores con heridas de arma de fuego.

¿Como podría un grupo armado realizar una emboscada, no herir a ninguna persona pero si salir ellos mismos con golpes?

Que hay detrás de esta versión contradictoria

Nuevamente se utiliza la difamación y la mentira, buscando criminalizar la lucha de las comunidades, acusando a lideres comunitarios y victimizar a los victimarios. No es nada nuevo que los medios de comunicación corporativos sirvan para sus intereses.

La cobertura mediática sirve entonces para validar públicamente la difamación y la mentira, preparando un nuevo escenario luego viene la persecución judicial de líderes, los trabajadores de la cementera saben que cuentan con el apoyo jurídico de la empresa para cometer las agresiones y que éstas quedaran en la impunidad.

En el año 2008, el asesinato de un vecino de la comunidad Las Trojes fue atribuido a las comunidades opositoras a la cementera, el resultado fue la imposición de un Estado de Prevención, militarización y represión de la organización comunitaria. No es nada nuevo ya presenciar en el país la provocación a las comunidades, para imponer mediante la violencia del Estado los intereses empresariales.

La versión de las Doce Comunidades

El día miércoles 22 de enero retornaban varios comunitarios tras finalizar su reunión permanente de la comunidad en Los Pajoques, otros vecinos regresaban del trabajo hacia sus hogares.

En un punto del camino se encontraron con el señor Felipe Patzán quién es trabajador de la empresa Cementos Progreso, esta persona provoca y agrede a varios comunitarios, desenfunda su arma y dispara delante de ellos.

Frente a la agresión los comunitarios buscan defenderse, es en ese momento cuando el señor Noé Chicojay Patzán promotor de la cementera interviene desenvainando su machete e hiriendo a un comunitario gravemente.

Varias personas desde un vehículo dispararon contra los comunitarios, resultando herido de bala otro vecino sin que se haya podido precisar el calibre y el tipo de arma utilizada en el ataque. Los señores Felipe Patzán y Noé Chicojay han estado involucrados en otras agresiones violentas, según denuncian varias personas de las comunidades.

En la noche del jueves 23 de enero los trabajadores de la empresa cementera se reunieron aproximadamente a las 10:30 de la noche, entonces se empezaron a escuchar disparos alarmando a la comunidad. Las autoridades comunitarias decidieron llamar a la Policía Nacional Civil para resguardar la integridad de los vecinos.

Preocupación por las agresiones

Isabel Turuy representante de las Doce Comunidades Kaqchikeles de San Juan Sacatepéquez ve con preocupación las agresiones y constantes provocaciones de la empresa en contra de los comunitarios. Los vecinos de Los Pajoques que fueron heridos están hospitalizados, su salud se encuentra estable pero tendrán que pasar por un proceso de recuperación por las heridas recibidas.

Saben que la empresa a través de sus trabajadores está acusando injustamente a otras personas que ni si quiera estaban en el lugar. La difamación y mentira intenta alcanzar a varios líderes Juan Zet, Oswaldo Car, Mariano Camey y a Fernando Turuy, acusándolos públicamente de ser ellos los responsables de una agresión que los mismos trabajadores de la cementera ocasionaron.

Para Las Doce Comunidades este tipo de acciones violentas son parte de la estrategia de la cementera para lograr instalar este proyecto minero, buscando judicializar y criminalizar la defensa del territorio de las comunidades y con esto instalar la Planta San Gabriel en su territorio.

En las Doce Comunidades Kaqchikeles de San Juan Sacatepequez, la gente aún sigue esperando y aportando para que la paz y la tranquilidad vuelva a ser parte de su cotidianidad; para que vuelvan a crecer las flores. T, Original. Aquí

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