La grandeza del Bautismo |
El Papa reiteró luego la
importancia de recordar la fecha del propio bautismo y, si no sabe, alentó a
averiguarla: “hoy, en casa, busquen, pregunten la fecha del Bautismo y así
sabrán cuál ha sido el día tan bello del Bautismo. ¿Lo harán? (responden: ¡sí!
) No siento entusiamo, ¿eh? ¿Lo harán? (gritan más fuerte: ¡sí! ) ¡Eh, sí!
Porque es conocer una fecha feliz, aquella de nuestro Bautismo. El riesgo de no
saberlo es perder la memoria de aquello que el Señor ha hecho en nosotros, la
memoria del don que hemos recibido”.
“Entonces terminamos por
considerarlo sólo como un evento que ha sucedido en el pasado – y ni siquiera
por voluntad nuestra, sino de nuestros padres – por lo tanto no tiene más
ninguna incidencia en el presente. Debemos despertar la memoria de nuestro
Bautismo: despertar la memoria del Bautismo. Estamos llamados a vivir nuestro
Bautismo cada día, como realidad actual en nuestra existencia”.
El Papa resaltó que “si logramos
seguir a Jesús y a quedarnos en la Iglesia, aún con nuestros límites, con
nuestras fragilidades y nuestros pecados, es justamente por el Sacramento en el
cual nos hemos transformado en nuevas criaturas y hemos sido revestidos de
Cristo. Es por la fuerza del Bautismo, de hecho que, liberados del pecado
original, somos injertados en la relación de Jesús con Dios Padre; que somos
portadores de una esperanza nueva, porque el Bautismo nos da esta esperanza
nueva: la esperanza de andar en la via de la salvación, toda la vida”.
“Y a esta esperanza nada y
nadie la puede apagar, porque la esperanza no defrauda. Recuerden: es verdad
esto. La esperanza del Señor no defrauda nunca. Gracias al Bautismo somos
capaces de perdonar y de amar también a quien nos ofende y nos hace mal;
logramos reconocer en los últimos y en los pobres el rostro del Señor que nos
visita y se hace cercano. Y esto, el Bautismo, nos ayuda a reconocer en el
rostro de las personas necesitadas, en los sufrientes, también de nuestro
prójimo, el rostro de Jesús. Es gracias a esta fuerza del Bautismo”.
El Papa Francisco subrayó
luego: “¡nadie puede bautizarse a sí mismo! Nadie. Podemos pedirlo, desearlo,
pero tenemos siempre necesidad de alguien que nos confiera este Sacramento en
el nombre del Señor. Porque el Bautismo es un don que es otorgado en un
contexto de solicitud y comunión fraternal”.
Para concluir, el Santo
Padre alentó a pedir “de corazón al Señor que podamos experimentar siempre más,
en la vida de cada día, esta gracia que hemos recibido con el Bautismo.
Encontrándonos, nuestros hermanos puedan encontrar unos verdaderos hijos de
Dios, verdaderos hermanos y hermanas de Jesucristo, verdaderos miembros de la
Iglesia. Y no se olviden la tarea de hoy ¿eh?, que era: buscar, preguntar la fecha
de mi Bautismo. Y como yo sé mi fecha de nacimiento, así también debo conocer
la fecha de mi Bautismo, porque es un día de fiesta. Gracias”. Aquí
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