Que nuestra alma sedienta
acuda a esta fuente, y que nuestra miseria recurra a este tesoro de
compasión... Virgen bendita, que tu bondad haga conocer en adelante al mundo la
gracia que tú has hallado junto a Dios: consigue con tus oraciones el perdón de
los culpables, la salud de los enfermos, el consuelo de los afligidos, ayuda y
libertad para los que están en peligro. Amén.
(San Bernardo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si te gustó el artículo, déjame tu comentario.