martes, 29 de diciembre de 2020

IGLESIA DE SANTA MARÍA DEL MONTIROLO


Exterior del templo

La pequeña iglesia, construida en Vía del Montirolo, a las afueras de la ciudad, tiene una sencilla fachada y un pequeño campanario a la izquierda. Recién en este siglo se añadió un cuerpo lateral, utilizado durante cierto tiempo como ermita, y el techo sostenido por columnas sobre la puerta de entrada. La sala interior, con un ábside semicircular con frescos, ha sido recientemente remodelada por completo. 

La Piazza (1703) se refiere al pequeño edificio. La ubicación del fresco central en una especie de hornacina, más pequeña y profunda que el ábside, y el estilo de composición del siglo XVII, nos llevan a hipotetizar la preexistencia de esta parte al resto del edificio. Quizás una capilla rural original fue ampliada progresivamente para constituir una verdadera iglesia. Incluso el estilo posterior, probablemente del siglo XIX, del resto de la decoración sugiere esta tesis. 

La posición estratégica en el cruce de carreteras que une Castel San Pietro Romano con Palestrina y Capranica Prenestina y el Santuario de Mentorella, hizo posible que los peregrinos se detuvieran allí. Esta presencia es tan conspicua que induce a agrandar el ábside de la capilla original y adornarla con otros elementos decorativos, que sin embargo no armonizan con el cuadro central más antiguo que representa a la Virgen sentada sobre un manto de nubes con el Niño bendito en su regazo.



Dos angelitos sostienen una corona en su cabeza. Protegida por una vitrina, la imagen mariana denota una estructura compositiva y un estilo, para las piezas originales, del siglo XVII. De hecho, muchas zonas están repintadas y alteradas tanto en los rasgos como en los fondos cromáticos como el angelito de la izquierda, parte de los rostros de la Virgen y el Niño, el brazo y pierna izquierdos de este último, los pliegues de la ropa. 

Podemos suponer una intervención realizada quizás a finales del siglo pasado por estar relacionada con el posicionamiento de la estructura de madera del relicario, y su decoración de falso mármol, con las pilastras que dividen la superficie del ábside y las dos imágenes laterales de santos.



Interior del templo

Estos se colocan respectivamente a izquierda y derecha de la imagen mariana, en dos campos ovalados delimitados por marcos pintados, coronados con hojas y volutas y coronados por festones vegetales que cuelgan del falso arquitrabe. Los personajes están representados con sus atributos típicos (la serpiente para S. Domenico, la cruz, la calavera y la campana con la vara para S. Antonio). Estos también tienen un fuerte repintado en la cara y las manos. Se trata de dos santos patronos de la vida rural, S. Domenico da Cucullo protector contra las serpientes y S. Antonio Abate de los animales domésticos, cuyos cultos identifican claramente las actividades que se practican en la zona.


Originalmente se suponía que los nombres de los dos personajes estaban pintados en las placas de abajo. En el centro de la bóveda del ábside se encuentra la paloma, símbolo del Espíritu Santo rodeado por una nube de angelitos. Esta es la parte más alterada de toda la composición, casi completamente repintada, tanto que no permite distinguir las áreas originales de las posteriores. Incluso la densa decoración de rosas que corre por todos lados parece, como los festones que caen en los paneles laterales, una adición del siglo XIX. 

sábado, 10 de octubre de 2020

CIBER-APÓSTOL DE LA EUCARISTÍA


Carlo Acutis

El adolescente Carlo Acutis será beatificado el día hoy sábado 10 de octubre y esto ha generado un gran interés en muchos jóvenes católicos, pues será el primer millenials en ser conocido oficialmente como un “beato”.

Pese a que los estudios muestran que un número creciente de estadounidenses millenials y de la generación Z no practican ninguna fe religiosa, algunos jóvenes católicos opinaron sobre el “ciberapóstol de la Eucaristía” y dijeron que Carlo, que también era aficionado a los videojuegos, les hace querer acercarse más a Dios.

Carlo Acutis nació el 3 de mayo de 1991 y falleció a los 15 años a causa de la leucemia, el 12 de octubre de 2006. En vida, el joven creó un sitio web sobre los milagros eucarísticos, por la profunda devoción que tuvo al Santísimo hasta su muerte. Además, amaba jugar en su playstation y puede que sea la primera vez que se beatifique o canonice a una persona con esta afición.

TESTIMONIOS

En declaraciones a CNA -agencia en inglés del Grupo ACI-, Cecilia Cicone, de 25 años y residente en Delaware (Estados Unidos), dijo que Acutis enseña a los millennials y la generación Z cómo deben vivir sus vidas, y que es un ejemplo concreto de “lo que parece ser la santidad en el siglo XXI”.

“Carlo encarna a lo que parece ser un santo que navega por Internet y juega videojuegos. Él me reta a que examine mi conciencia y diga: ‘Está bien, estoy llamada a ser una santa que también usa Internet’. ¿Lo estoy usando para dar a conocer el amor de Dios?”, dijo.

“Vemos que la santidad puede tener fases incómodas de la escuela secundaria, con polos con cuello camisero y videojuegos. Con la beatificación de Carlo Acutis, por primera vez experimento la paz y alegría de reconocer que yo también puedo ser una santa del siglo XXI. No es algo hipotético nunca más”, precisó.

El P. John LoCoco de la Arquidiócesis de Milwaukee, casi seis meses más joven que Acutis, dijo a CNA que “no le impresionó en absoluto su testimonio” la primera vez que escuchó del joven venerable en 2014.

“Nunca me interesaron mucho las computadoras o los videojuegos, así que nunca me resultó ‘familiar’. Era solo un niño que escribía en un blog sobre la Eucaristía”, dijo el P. LoCoco a CNA.

Sin embargo, con el tiempo la visión del joven sacerdote sobre Acutis empezó a cambiar, y ahora piensa que el adolescente italiano “será un santo incondicional en la era moderna” y que el “sentido honesto y profundamente silencioso que tenía de la presencia de Dios en todas las cosas” es “notable”.

“Creo que lo que he llegado a amar es lo que parece ser la naturaleza muy amable de Carlo”, dijo. “Su preocupación por los que eran molestados en la escuela, por los que tenían padres que se estaban divorciando. Carlo parece tan involucrado emocionalmente en la vida de las personas”, añadió.

Maria Roberts, una programadora de computadoras de 26 años, está emocionada de que su profesión esté a punto de tener su propio santo patrón, y cree que Acutis es un buen ejemplo de cómo los católicos deben usar el internet.

“Es importante que nosotros como católicos pensemos sobre cómo la tecnología puede ser usada para el bien y para la evangelización, y no como una forma de aprovecharnos de otros o desmoralizar a los jóvenes”, añadió.

Para Roberts, “hay tanto bien por hacer y tanto sufrimiento estos días, que los jóvenes deberían saber que sus talentos pueden usarse para la gloria de Dios en muchas maneras a través de los avances tecnológicos”. La edad de Acutis también ha sido una especie de llamada de atención espiritual para algunos jóvenes católicos.

“El hecho de que estuviéramos vivos al mismo tiempo y tengamos una edad tan cercana parece resaltar aún más la brecha entre nuestros ‘niveles’ de santidad”, dijo Taylor Hyatt, joven canadiense de 28 años que nació el mismo año que Acutis, a CNA.

“Realmente aprecio su profundo amor por la Eucaristía y su interés en internet. Compartimos esos intereses desde que yo tenía su edad hasta ahora”, dijo Hyatt, y destacó el interés de Acutis en los derechos de las personas con discapacidad, una causa en la que también está involucrada.

El P. Paul, un sacerdote recientemente ordenado en Ontario (Canadá) fue más directo al evaluar su vida en contraste con la de Acutis. “Para mí, personalmente, saber lo santo que era el Beato Carlo me hace sentir una basura. Nací el mismo año que él y cuando era adolescente no era particularmente santo”, dijo.

El sacerdote relató que la semana pasada habló sobre Acutis en una reunión “con nuestro grupo de adultos jóvenes”. “Les mostré la foto de su tumba y más de unas pocas personas comentaron que vestía ropa normal, jugaba videojuegos y era bueno con las computadoras”, dijo.

Explicó que solía utilizar como ejemplo al beato italiano Pedro Jorge Frassati que falleció a los 24 años en 1925, para que los jóvenes pudieran identificarse, y afirmó que “quizás el Beato Carlo podría ser un mejor ejemplo en estos días por lo contemporáneo que es”.

Para muchos entrevistados por CNA, la “normalidad” de Acutis es lo que lo hace tan interesante. Acutis “es alguien al que podemos mirar y, literalmente, imaginarnos a nosotros mismos. Está enterrado con la ropa que usaba cuando era adolescente”, dijo Alex Treviño de 30 años procedente de Dallas, Texas.

El joven dijo que la beatificación de Acutis muestra a la gente joven “que no necesitas ser un sacerdote, un obispo, o siquiera el Papa para ser santo. Necesitamos ver como Iglesia que la santidad, el Cielo y la vida eterna con Dios es real y alcanzable”, subrayó.

Ani, una joven de 24 años de Texas, describió a Acutis como “un tipo normal que creció como católico como todos lo hacemos, se enfermó como mucha gente y construyó un sitio web para publicar sobre sus intereses particulares como lo hacemos nosotros”.

“Hablamos mucho de la santidad en la vida cotidiana en Schoenstatt, el concepto de hacer las cosas extraordinariamente bien. Siento que Carlo es quizás el primer santo que he visto que tuvo una forma realmente normal, humana y alcanzable de hacer eso”, señaló.

Fuentes; aciprensa

miércoles, 13 de mayo de 2020

ORACIÓN Y AYUNO CON EL PAPA FRANCISCO


El Papa Francisco nos ha invitado a todos los fieles a sumarse a una jornada de oración y ayuno, el próximo 14 de mayo, para pedir a Dios por el fin de la epidemia del coronavirus.

El Papa Francisco ha recordado su apoyo a la propuesta del Alto Comité para la Fraternidad Humana, para que el 14 de mayo los creyentes de todas las religiones se unan espiritualmente en una jornada de oración y ayuno, a fin de implorar a Dios que ayude a la humanidad a superar el coronavirus.

El Alto Comité de Fraternidad Humana está formado por los líderes religiosos que se inspiran en el histórico documento de Abu Dabi firmado por el Papa Francisco y el gran imán de A-Azhar, Al-Tayyeb. Este comité emitió el pasado 2 de mayo un mensaje titulado “Oración por la humanidad”, en el que invitaban a recurrir a Dios a través de la oración y la súplica, cada uno en su lugar y de acuerdo con su religión, creencia o doctrina, para pedir la desaparición de la pandemia del Covid-19.

“Junto a la afirmación de nuestra creencia -dicen- en la importancia del papel de la medicina y la investigación científica en el tratamiento de esta pandemia –se lee en el mensaje– no nos olvidamos de dirigirnos a Dios, el Creador, en esta gran crisis”.

Por eso, el Santo Padre ha invitado a sumarse el próximo jueves, 14 de mayo, a un día de oración y súplica por la humanidad.

domingo, 10 de mayo de 2020

POR EL "SI" DE LA VIDA, ¡MUCHAS GRACIAS!


La dignidad de la mujer y su vocación, ha asumido en estos últimos años una importancia muy particular. Esto lo demuestran, entre otras cosas, las intervenciones del Magisterio de la Iglesia, «ha llegado la hora en que la vocación de la mujer se cumple en plenitud, la hora en que la mujer adquiere en el mundo una influencia, un peso, un poder jamás alcanzados hasta ahora. Por eso, en este momento en que la humanidad conoce una mutación tan profunda, las mujeres llenas del espíritu del Evangelio pueden ayudar tanto a que la humanidad no decaiga».

«En el cristianismo, más que en cualquier otra religión, la mujer tiene desde los orígenes un estatuto especial de dignidad, del cual el Nuevo Testamento da testimonio en no pocos de sus importantes aspectos; es evidente que la mujer está llamada a formar parte de la estructura viva y operante del cristianismo de un modo tan prominente que acaso no se hayan todavía puesto en evidencia todas sus virtualidades».

La Iglesia, da gracias por todas las mujeres y por cada una: por las madres, las esposas; por las mujeres dedicadas a tantos y tantos seres humanos que esperan el amor gratuito de otra persona; por las mujeres que velan por el ser humano en la familia, la cual es el signo fundamental de la comunidad humana; por las mujeres que trabajan profesionalmente, mujeres cargadas a veces con una gran responsabilidad social; por las mujeres «perfectas» y por las mujeres «débiles».

Por todas ellas, tal como salieron del corazón de Dios en toda la belleza y riqueza de su femineidad, tal como han sido abrazadas por su amor eterno; tal como, junto con los hombres, peregrinan en esta tierra que es «la patria» de la familia humana, que a veces se transforma en «un valle de lágrimas». Tal como asumen, juntamente con el hombre, la responsabilidad común por el destino de la humanidad, en las necesidades de cada día y según aquel destino definitivo que los seres humanos tienen en Dios mismo, en el seno de la Trinidad inefable. Mulieris Dignitatem.

viernes, 8 de mayo de 2020

MES DE MAYO


En el mes de mayo alzamos nuestros ojos a María, la mujer que fue asociada de una manera única en la obra de reconciliar a la humanidad con Dios. Según el designio del Padre, Cristo debía llevar a cabo esta obra por medio de su sacrificio. Sin embargo, una mujer estaría asociada con Él, la Virgen inmaculada, quien por eso se presenta ante nuestros ojos como el modelo más perfecto de cooperación en la obra de salvación…

El "Sí" de la anunciación no sólo fue la aceptación de la maternidad que se le ofrecía, sino que significaba, sobre todo, el compromiso de María de servir al misterio de la redención. La redención fue la obra de su Hijo; María fue asociada a esta obra en un nivel subordinado. Sin embargo, su participación fue real y exigente. Al consentir con el mensaje del Ángel, María accedió a colaborar en la totalidad de la obra para reconciliar a los hombres con Dios, en el momento en que su Hijo la llevara a cabo.

San Juan Pablo II, 9 de mayo 1983.

viernes, 1 de mayo de 2020

EL TRABAJO FORMA PARTE DEL PLAN DE DIOS


En el Evangelio de san Mateo, en uno de los momentos en que Jesús vuelve a su tierra, a Nazaret, y habla en la sinagoga, se Subraya el asombro de sus paisanos por su sabiduría y la pregunta que se plantean: ¿No es este el hijo del carpintero?

Jesús entra en nuestra historia, viene en medio de nosotros, naciendo de María por obra de Dios, pero con la presencia de san José, el padre legal que lo custodia y le enseña también su trabajo. Jesús nace y vive en una familia, en la Santa Familia, aprendiendo de san José el oficio de carpintero, en el taller de Nazaret, compartiendo con él el empeño, la fatiga, la satisfacción y también las dificultades de cada día.

Y con esto nos recuerda la dignidad y la importancia del trabajo. El Libro del génesis narra que Dios creó el hombre y la mujer confiándoles la tarea de llenar la tierra y de dominarla, que no significa explotarla, sino cultivarla y custodiarla, cuidarla con la propia obra.

El trabajo forma parte del plan de amor de Dios ¡nosotros estamos llamados a cultivar y custodiar todos los bienes de la creación y de este modo participamos en la obra de creación! El trabajo es un elemento fundamental para la dignidad de una persona. El trabajo – para usar una imagen, nos ‘unge’ de dignidad, nos llena de dignidad; nos hace semejantes a Dios, que ha trabajado y trabaja, actúa siempre da la capacidad de mantenerse a sí mismos, a la propia familia, de contribuir al crecimiento de nuestro país.

MADRE DE MI DIOS

Virgen del Rosario, Guatemala

Virgen, madre de mi Dios,
has que yo sea todo tuyo.
Tuyo en la vida, tuyo en la muerte,
tuyo en el sufrimiento,
en el miedo y en la miseria;
tuyo en la cruz y en el doloroso desconsuelo,
tuyo en el tiempo y en la eternidad.
Virgen, Madre de mi Dios,
Haz que yo sea todo tuyo.
Amén.

San Juan Pablo II

jueves, 30 de abril de 2020

EL SENTIDO DE LA FELICIDAD

Entregando un pequeño obsequio a un niño, el día de su primera comunión

La felicidad no está ni en el pasado ni en el futuro, es hoy.
La cosa más fácil, equivocarse.
El obstáculo más grande, el miedo.
El error mayor, abandonarse.
La raíz de todos los males, el egoísmo.
La distracción más bella, el trabajo.
La peor derrota, el desaliento.

Los mejores profesores, los niños.
La primera necesidad, comunicarse.
Lo que nos hace más feliz, ser útiles a los demás.
El misterio más grande, la muerte.
El peor defecto, el malhumor.
La persona más peligrosa, la mentira.
La mayor satisfacción, el deber cumplido.

El sentimiento más ruin, el rencor.
El mejor remedio, el optimismo.
El regalo más bello, el perdón.
El resguardo más eficaz, la sonrisa.
Lo imprescindible, el hogar.

La ruta más rápida, el camino correcto.
La sensación más grata, la paz interior.
La fuerza más potente del mundo, la fe.
Las personas más necesarias, los padres.
La cosa más bella de todas, el amor.

viernes, 24 de abril de 2020

UN AGENTE MICROSCÓPICO CAMBIÓ TODO


Cuando en diciembre de 2019 se descubrió el primer caso de coronavirus, nadie pensábamos que un agente microscópico pudiera cambiar tan rápidamente la vida de la humanidad.

Si al iniciar el nuevo año nos hubieran anunciado que en pocos meses estarían vacías nuestras iglesias, las celebraciones serían sin presencia de la asamblea, los fieles participarían virtualmente en la liturgia, etc. habríamos pensado que se trataba más de una ficción que de una realidad.



Sin embargo, así ha sido. La liturgia, la pastoral, la catequesis... se han visto totalmente transformadas por un aparente insignificante virus que se ha extendido hasta generar una pandemia mundial, obligando a un confinamiento de la población en sus casas.

La nueva realidad ha conllevado una improvisada adaptación litúrgica, que se ha realizado en múltiples direcciones. En estas semanas hemos visto todo tipo de celebraciones para estar «cerca» de los creyentes que no podían acudir a las iglesias. Pero este fin pastoral ha ido en detrimento de la calidad litúrgica y ha desfigurado la dimensión mistérica de la celebración. En muchas ocasiones, el impulso ha ahogado el criterio ponderado.

José Antonio Goñi

viernes, 3 de abril de 2020

SEMANA SANTA EN FAMILIA




Ante la contingencia que nos está tocando vivir muy probablemente no podamos asistir a nuestras iglesias, probablemente lo podamos ver por la televisión, pero aquí encontrarás una guía para que tú como padre o madre de familia la puedas realizar de una manera vivencial con tu familia.

Los ritos serán sencillos y breves para que santifiques esta Semana Santa que es la mayor de las festividades de los católicos.


Dios es mi alegría les desea una feliz Semana Santa.

sábado, 14 de marzo de 2020

ORACIÓN DEL PAPA ANTE EL CORONAVIRUS


Oh María, tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza.
Nosotros nos confiamos a ti, Salud de los enfermos, que bajo la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe.

Tú, Salvación de todos los pueblos, sabes de qué tenemos necesidad y estamos seguros que proveerás, para que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.

Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, quien ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado nuestros dolores para conducirnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección.

Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios. No desprecies nuestras súplicas que estamos en la prueba y libéranos de todo pecado, o Virgen gloriosa y bendita”.

viernes, 13 de marzo de 2020

CORONAVIRUS Y MIEDO, DOS EPIDEMIAS CONJUNTAS


Vivimos en un mundo globalizado y las comunicaciones hacen que todo sea más fácil traer y llevar, conocer cosas en tiempo real y estar asomados a lo que sucede en las antípodas. Y esto implica factores positivos y negativos, para bien y para mal. Entre estos últimos, venimos asistiendo desde hace años a una serie de pandemias que recuerdan a las pestes que asolaron a la humanidad en los siglos pasados. Hemos debido reaccionar ante el sida, ante el ébola, y ahora estamos ante esta nueva epidemia del coronavirus.

Toda la comunidad internacional está implicada en el atajo de esta enfermedad contagiosa y en su prevención razonable. También nuestras autoridades sanitarias nos van dando información y algunas indicaciones, que hemos de observar e incorporar para evitar males mayores y que se expanda. A ello nos atenemos y es lo que hemos de secundar.

Pero me ha parecido interesante y ponderada la reflexión que ha hecho un buen hermano obispo de la Diócesis francesa de Ars-Belley, Mons. Pascal Roland. Es de lo más sensato que he podido leer en estos últimos días.

Dice este Obispo que más que a la epidemia de coronavirus, debemos temer a la epidemia del miedo. Y no tiene la intención de emitir instrucciones específicas para su diócesis: ¿los cristianos dejarán de reunirse para rezar? ¿Renunciarán a tratar y a ayudar a sus semejantes? Aparte de las precauciones elementales que todos toman espontáneamente para no contaminar a otros cuando están enfermos, no hay que agregar más.

Recuerda que en situaciones mucho más serias como las grandes plagas, cuando los medios sanitarios no eran los de hoy, en las poblaciones cristianas se hicieron oraciones colectivas rezando a Dios, y se organizaron para ayudar a los enfermos, asistir a los moribundos y sepultar a los fallecidos. Los discípulos de Cristo no se apartaron de Dios ni se escondieron de sus semejantes, sino todo lo contrario. ¿El pánico colectivo que estamos presenciando hoy no revela nuestra relación distorsionada con la muerte? ¿No manifiesta la ansiedad que provoca la pérdida de Dios? Queremos censurar que somos mortales y, al cerrarnos a la dimensión espiritual de nuestro ser, perdemos terreno. Disponiendo de técnicas cada vez más sofisticadas y más eficientes, pretendemos dominarlo todo olvidando que no somos los señores de la vida.

Añade unos datos que pueden ser ilustrativos: no podemos perder la cabeza ni vivir de la mentira. Dice así: ¿Por qué de repente enfocamos nuestra atención sólo en el coronavirus? ¿Por qué ignorar que cada año en Francia, la banal gripe estacional afecta a entre 2 y 6 millones de personas y causa alrededor de 8000 muertes? También parece que olvidamos de nuestra memoria colectiva que el alcohol es responsable de 41000 muertes por año, y que se estima en 73000 las provocadas por el tabaco.

Concluye con una reflexión netamente cristiana: recuerda que un cristiano no se pertenece a sí mismo, su vida debe ofrecerse, porque sigue a Jesús, quien enseña: “El que quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y el Evangelio, la salvará” (Mc 8,35). Ciertamente, no se expone indebidamente, pero tampoco trata de preservarse. Siguiendo a su Maestro y Señor crucificado, el cristiano aprende a entregarse generosamente al servicio de sus hermanos más frágiles, con miras a la vida eterna.

A mí me ha ayudado la reflexión de este Obispo francés. Pongamos los medios prudentes que nos van indicando las autoridades sanitarias para prevenir y atajar esta epidemia, pero con una visión sensata y cristiana de las cosas, sin obsesionarnos desmedidamente. Abordemos la epidemia del coronavirus, pero no cedamos ante la epidemia de miedo. Como diría el Papa Francisco: ¡no os dejéis robar la esperanza!

+ Jesús Sanz Montes, ofm
Arzobispo de Oviedo

domingo, 8 de marzo de 2020

DAR GRACIAS AL SEÑOR POR LA VOCACIÓN Y MISIÓN DE LA MUJER



Dar gracias al Señor por su designio sobre la vocación y la misión de la mujer en el mundo se convierte en un agradecimiento concreto y directo a las mujeres, a cada mujer, por lo que representan en la vida de la humanidad.


Te doy gracias, mujer-madre, que te conviertes en seno del ser humano con la alegría y los dolores de parto de una experiencia única, la cual te hace sonrisa de Dios para el niño que viene a la luz y te hace guía de sus primeros pasos, apoyo de su crecimiento, punto de referencia en el posterior camino de la vida.


Te doy gracias, mujer-esposa, que unes irrevocablemente tu destino al de un hombre, mediante una relación de recíproca entrega, al servicio de la comunión y de la vida.

Te doy gracias, mujer-hija y mujer-hermana, que aportas al núcleo familiar y también al conjunto de la vida social las riquezas de tu sensibilidad, intuición, generosidad y constancia.


Te doy gracias, mujer-trabajadora, que participas en todos los ámbitos de la vida social, económica, cultural, artística y política, mediante la indispensable aportación que das a la elaboración de una cultura capaz de conciliar razón y sentimiento, a una concepción de la vida siempre abierta al sentido del «misterio», a la edificación de estructuras económicas y políticas más ricas de humanidad.


Te doy gracias, mujer-consagrada, que a ejemplo de la más grande de las mujeres, la Madre de Cristo, Verbo encarnado, te abres con docilidad y fidelidad al amor de Dios, ayudando a la Iglesia y a toda la humanidad a vivir para Dios una respuesta «esponsal», que expresa maravillosamente la comunión que El quiere establecer con su criatura.


Te doy gracias, mujer, ¡por el hecho mismo de ser mujer!  Con la intuición propia de tu femineidad enriqueces la comprensión del mundo y contribuyes a la plena verdad de las relaciones humanas.

Pero dar gracias no basta, lo sé. Por desgracia somos herederos de una historia de enormes condicionamientos que, en todos los tiempos y en cada lugar, han hecho difícil el camino de la mujer, despreciada en su dignidad, olvidada en sus prerrogativas, marginada frecuentemente e incluso reducida a esclavitud.

Esto le ha impedido ser profundamente ella misma y ha empobrecido la humanidad entera de auténticas riquezas espirituales. No sería ciertamente fácil señalar responsabilidades precisas, considerando la fuerza de las sedimentaciones culturales que, a lo largo de los siglos, han plasmado mentalidades e instituciones. Pero si en esto no han faltado, especialmente en determinados contextos históricos, responsabilidades objetivas incluso en no pocos hijos de la Iglesia, lo siento sinceramente.

Que este sentimiento se convierta para toda la Iglesia en un compromiso de renovada fidelidad a la inspiración evangélica, que precisamente sobre el tema de la liberación de la mujer de toda forma de abuso y de dominio tiene un mensaje de perenne actualidad, el cual brota de la actitud misma de Cristo. El, superando las normas vigentes en la cultura de su tiempo, tuvo en relación con las mujeres una actitud de apertura, de respeto, de acogida y de ternura.

De este modo honraba en la mujer la dignidad que tiene desde siempre, en el proyecto y en el amor de Dios.

jueves, 5 de marzo de 2020

¿QUÉ ES LA JUSTICIA?




En el primer día de clase, el profesor de “Introducción al Derecho” entró al aula y lo primero que hizo fue pedir el nombre de un estudiante que estaba sentado en la primera fila:

¿Cuál es su nombre?
Mi nombre es Nelson, Señor.
¡Fuera de mi clase y no vuelva nunca más!  Gritó el maestro desagradable.
Nelson estaba desconcertado. Cuando volvió en sí, se levantó rápidamente recogió sus cosas y salió de la habitación.
Todo el mundo estaba asustado e indignado, pero nadie habló.

¡Muy bien!  Vamos a empezar, dijo el profesor.
¿Para qué sirven las leyes? preguntó el maestro, los estudiantes seguían asustados, pero poco a poco empezaron a responder a su pregunta:

-       Para tener un orden en nuestra sociedad. ¡No! – Respondió el profesor.
-       Para cumplirlas. ¡No!
-       Para que las personas equivocadas paguen por sus acciones. ¡No!

¿Alguien sabe la respuesta a esta pregunta!
-       Para que se haga justicia – una muchacha habló con timidez.

¡Por fin! Es decir, por la justicia. Y ahora, ¿qué es la justicia?

Todos empezaron a molestarse por la actitud tan vil del profesor. Sin embargo, continuaron respondiendo:

A fin de salvaguardar los derechos humanos … Bien, ¿qué más? – preguntó el maestro. Para diferenciar el bien del mal, para recompensar a aquellos que hacen el bien … Ok, no está mal, pero respondan a esta pregunta:

“¿Actué correctamente al expulsar a Nelson del aula?”

Todos estaban en silencio, nadie respondió. ¡Quiero una respuesta por unanimidad! ¡No! – Todos contestaron con una sola voz.

¿Se podría decir que he cometido una injusticia? ¡Sí!

¿Y por qué nadie hizo nada al respecto? ¿Para qué queremos leyes y reglas, si no tenemos la voluntad necesaria para practicarlas? Cada uno de ustedes tiene la obligación de hablar cuando es testigo de una injusticia. Todos. ¡No vuelvan a estar en silencio, nunca más! Vayan a buscar a Nelson – dijo.

Después de todo, él es el maestro, yo soy un estudiante de otro período. Aprendan que cuando no defendemos nuestros derechos, se pierde la dignidad y la dignidad no puede ser negociada.

jueves, 30 de enero de 2020

RECEMOS POR LOS SACERDOTES



Oh Jesús que has instituido el sacerdocio para continuar en la tierra la obra divina de salvar a las almas protege a tus sacerdotes en el refugio de tu SAGRADO CORAZÓN.

Guarda sin mancha sus MANOS CONSAGRADAS, que a diario tocan tu SAGRADO CUERPO,
y conserva puros sus labios teñidos con tu PRECIOSA SANGRE.

Haz que se preserven puros sus Corazones, marcados con el sello sublime del SACERDOCIO, y no permitas que el espíritu del mundo los contamine. Aumenta el número de tus apóstoles, y que tu Santo Amor los proteja de todo peligro.

Bendice Sus trabajos y fatigas, y que como fruto de su apostolado obtenga la salvación de muchas almas que sean su consuelo aquí en la tierra y su corona eterna en el Cielo. Amén.