jueves, 13 de septiembre de 2012

CATEQUESIS MISTAGOGICA VII



Fracción del Pan

Realizado por Cristo en la última Cena. No es sólo un gesto práctico, sino que tiene también carácter simbólico: el pan que nos da Cristo es su Cuerpo roto, partido entregado. Los discípulos de Emaús lo reconocieron al partir el Pan. Partimos el pan para repartirlo: ala vez que recibimos al único Cristo, lo “estamos compartiendo” con nuestros hermanos.


 La Inmixtión o Mezcla

La mezcla de un pequeño fragmento de pan en el cáliz hace referencia simbólicamente a que recibimos a Cristo resucitado y glorificado. Subraya demás, la unidad del sacramento.

Cordero de Dios

Que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros… danos la paz.

Tomado del testimonio de Juan Bautista. Recupera el simbolismo del cordero pascual, como el cordero Sirvo de Yahvé que se entrega por nosotros para quitar el pecado del mundo, y que con su sangre ha adquirido para Dios un pueblo sacerdotal, forado por hombres y mujeres de toda raza, lengua, pueblo y nación.

El sacerdote muestra el pan e invita al banquete
de Cristo.
  
Este es el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.  Dichosos lo llamados a la cena del Señor.

Señor, no soy digno de que entres en mi casa pero una palabra tuya bastará para sanarme.


El sacerdote  muestra el pan eucarístico que se va a recibir en la comunión  e invita al festín de las bodas del cordero. En la Eucaristía participamos ya sacramentalmente en el banquete escatológico anunciado ya por los profetas y que se cumplirá definitivamente en la bienaventuranza eterna. La respuesta, tomado del relato evangélico expresa a la vez humildad y confianza en la misericordia salvífica de Cristo.
 

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