Después de varios jueves dando la
catequesis mistagógica sobre la Misa, al terminar me quedé pensando sobre otro
tema que nos pueda ayudar a todos para vivir mejor la Santa Misa, y tomando en
cuenta los comentarios sobre la catequesis mistagógica I, trataré de explicar
la importancia de la música en la Liturgia. Aclaro que no soy músico, aceptaré todas las correcciones
posibles sobre el tema, que Dios nos ayude en esta formación.
Comenzamos citando las palabras del
Papa Benedicto XI, en su exhortación, Sacramentum Caritatis, recordando que en
la liturgia resplandece el Misterio Pascual, mediante el cual Cristo mismo nos
atrae hacia sí y nos llama a la comunión.
También citando el mismo documento, al referirse del ars celebrandi, recuerda
que el canto desempeña un papel importante y resalta que en la liturgia no
sirve cualquier canto, evitando por tanto las improvisaciones o la introducción
de géneros musicales no respetuosos del sentido de la liturgia. Como elemento litúrgico, el canto debe estar
en consonancia con la identidad propia de la celebración.
Teniendo como premisas las anteriores
disposiciones presentadas por Benedicto XVI, y teniendo también presente la
realidad sobre este tema (el canto en las celebraciones litúrgicas en nuestros
pueblos), la necesidad que tienen los directores de “coros” o encargados de
acompañar con los cantos los ritos
litúrgicos, consideramos, con estas pocas páginas, poder presentar a aquellos
que realizan la función de guía de coros, un material que sea de utilidad para
poder conocer elementos esenciales de la música, el canto, principios litúrgicos
etc.
También se pretende en estas entradas,
poner en orden, lo que muchos libros presentan sistematizado a nivel muy
superior para nuestra realidad eclesial diocesana (poca o nula formación
litúrgica, musical y sobre lo referente al canto sagrado, necesidad, que se ha
podido experimentar al entrar en contacto con los diferentes grupos “corales” o
“ministerios de alabanza”, como son conocidos en nuestro medio.
Se hace también énfasis en la
renovación litúrgica que ha traído el Concilio Vaticano II, que nos llama a una
participación de toda la asamblea reunida en el canto y no limitarnos a dejar
el canto o reducirlo sólo como función del coro.
Interesantisimo articulo. En Colombia lo han leido, recomendado y utilizado. Animo al autor universal.
ResponderEliminarGracias por la publicidad p. Luis Enrique.
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