martes, 13 de mayo de 2014

¿POR QUÉ NO MURIÓ?


¿Cómo olvidar un día como hoy? En 1981 muchos de nosotros ni hemos nacido, pero la Iglesia vivió un hecho real, un atentado del Vicario de Cristo y todo eso pasó hace 33 años, cuando San Juan Pablo II recorría la Plaza de San Pedro a bordo del papamóvil saludando a los peregrinos, fue herido gravemente de bala por los disparos del turco Alí Agca. El Pontífice se salvó de morir en el día en que la Iglesia celebra a la Virgen de Fátima, 13 de mayo.

El santo peregrino señaló en una oportunidad que "cuando fui alcanzado por la bala no me di cuenta en un primer momento que era el aniversario del día en que la Virgen se apareció a tres niños en Fátima", subrayando que fue su secretario personal quien se lo dijo después de la operación en la que le extrajeron un proyectil del intestino.

Fueron cuatro balas las que alcanzaron a San Juan Pablo II, dos de ellas se alojaron en su intestino, otra impactó en su brazo derecho y la cuarta bala en la mano izquierda.

En diciembre de 1983, el Santo visitó y perdonó en la cárcel a Agca quien expresó: "¿Por qué no murió? Yo sé que apunté el arma como debía y sé que la bala era devastadora y mortal. ¿Por qué entonces no murió? ¿Por qué todos hablan de Fátima?"

En 1984, el Papa Wojtyla formalizó su devoción y agradecimiento a la Virgen donando al santuario de Fátima la bala que le extrajeron y que fue engarzada en la aureola de la corona de la imagen.

La faja blanca que el Pontífice llevaba el día del atentado, fue donada al Santuario Mariano polaco de Jasna Gora, cuya Virgen es venerada desde hace siglos por sus compatriotas como símbolo de la unidad nacional. Texto Original ACI prensa

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