lunes, 28 de febrero de 2022

¿POR QUÉ EL ANILLO DE MATRIMONIO VA EN EL DEDO ANULAR?

Así lo explica el padre Francisco Javier “Patxi” Bronchalo, sacerdote de la diócesis española de Getafe. 

El sacerdote explicó que ese dedo sirve “para que los esposos lleven los anillos que se entregan el día de la Boda. ¿Y por qué en este dedo? ¡Porque es el dedo débil! Ni siquiera puede levantarse solo. De hecho ‘anular’ tiene que ver etimológicamente con ‘anulado’. 

En este sentido, destacó que “los anillos de Matrimonio se ponen en ese dedo para que no se les olvide a los esposos que es en la debilidad donde más necesitan amarse. Ahí es donde todos necesitamos que nos quieran”. 

“Quien nos quiera poco -continúa el sacerdote- nos querrá solo por lo positivo: por ser fuertes, simpáticos y generosos. ¿Pero quien nos quiere por nuestras miserias, por nuestras debilidades, por nuestros defectos? Solo quien nos quiera de verdad”. 

El Matrimonio es para toda la vida, por eso es muy serio. Quererse toda la vida requiere aprender a amar al otro en la debilidad. ¿Recuerdan las palabras que pronunciaron ante el sacerdote en el momento del consentimiento? Les recuerdo: “Yo, N, te recibo a ti, N, como esposo/a y me entrego a ti, y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida”. 

Amar es aprender a recibir al otro y aprender a entregarse para que el otro te reciba. En la fortaleza y en la debilidad. Cuando esto se da las cosas van bien. Cuando una parte falle la cosa se complica. Necesitamos profundizar cada vez más y madurar la forma de amarnos. 

“El Matrimonio es una Alianza para siempre, en lo próspero y en lo adverso. ¿Sabes el nombre que se le da a los anillos de boda? Exacto. Alianzas”, destacó. 

Me gusta decir a los esposos que cuando tengan una dificultad y les cueste quererse se miren el anillo. Y que cuando haya un problema se pidan perdón y además se besen mutuamente el dedo anular con el anillo en señal de veneración y amor. 

La debilidad propia nos va a acompañar toda la vida. Nuestra condición humana es débil, esto requiere aceptación. Por eso se pide la bendición de Dios con el Matrimonio, Dios no nos quiere por fuertes, nos quiere por débiles, tampoco vale excusarse en que se es débil para no cambiar. Cambiar y convertirse de lo negativo es un signo de amor al otro. 

Fuente: ChurchPop

miércoles, 23 de febrero de 2022

EL PAPA INVITA A UNA JORNADA DE ORACIÓN Y AYUNO POR LA PAZ EN UCRANIA



Al final de la audiencia general El Papa Francisco hizo un llamamiento a creyentes y no creyentes a unirse en oración por la paz en Ucrania el primer día de Cuaresma y exhortó a todas las partes implicadas en la crisis a que "hagan un examen de conciencia ante Dios" y se "abstengan de acciones que provoquen más sufrimiento a las poblaciones y desacrediten el derecho internacional".

“Tengo un gran dolor en mi corazón por el empeoramiento de la situación en Ucrania. A pesar de los esfuerzos diplomáticos de las últimas semanas, se están abriendo escenarios cada vez más alarmantes”. Lo afirma el Papa al final de la audiencia general del último miércoles de febrero en el Aula Pablo VI. “Como yo, tanta gente de todo el mundo siente angustia y preocupación”, observa el Pontífice, constatando con amargura que “una vez más la paz de todos se ve amenazada por intereses partidistas”. De ahí su apremiante exhortación a los líderes políticos.

“Quisiera hacer un llamamiento a los responsables políticos para que hagan un serio examen de conciencia ante Dios, que es Dios de la paz y no de la guerra; que es el Padre de todos, no sólo de algunos, que quiere que seamos hermanos y no enemigos. Ruego a todas las partes implicadas que se abstengan de llevar a cabo cualquier acción que pueda causar aún más sufrimiento a las poblaciones, desestabilizando la convivencia entre las naciones y desprestigiando el derecho internacional.” 

Unidos en oración por la paz 

A continuación el Santo Padre extiende su llamado a todos, “creyentes y no creyentes” invitándolos para que se unan en una jornada de oración conjunta por la paz: 

“Jesús nos enseñó que a la insensatez diabólica de la violencia se responde con las armas de Dios, con la oración y el ayuno. Invito a todos a que el próximo 2 de marzo, Miércoles de Ceniza, hagan una Jornada de ayuno por la paz. Animo de manera especial a los creyentes para que ese día se dediquen intensamente a la oración y al ayuno. Que la Reina de la Paz preserve al mundo de la locura de la guerra.”  

Fuente: Vatican News

¿CUÁLES SON LOS 3 INGREDIENTES DEL AMOR VERDADERO?

Para cuidar el amor en el matrimonio hay una regla de oro que se compone de tres elementos:

1 ATRACCIÓN

La otra persona se presenta como un bien para mí, como una realidad que se manifiesta de manera positiva, alegre y atrayente para mí. Trabajar ese amor a través de la atracción supone cuidar no sólo el aspecto y la presencia física, sino los detalles de cariño, los detalles de humor, introducir rutinas de afecto y evitar la monotonía. 

Pedir cariño cuando lo necesitemos (pero sin exigirlo) y dar afecto, con palabras, con gestos (cada matrimonio tendrá sus códigos). Decir ‘te quiero’. 

Ser capaz de descubrir cada día algo positivo del otro (tratando, por ejemplo, de mirarle como si fuese la primera vez que le vemos, valorar lo que hace, por pequeño que parezca, redescubrir al otro/a) y darse a la otra persona de manera incondicional. Saber ver que el otro/a es bueno para mí y me hace ser mejor, es ejercitar la confianza en el matrimonio. 

2 DESEO 

Entendido no como un deseo de posesión o de mero deseo sexual, sino descubrir a la otra persona como una bien necesario para mí, que me hace mejor como persona. Para ello, habrá que cultivar el dar y recibir cariño, buscar y cuidar los tiempos de intimidad en pareja y los tiempos de relación con otras personas, encontrando un equilibrio maduro. 

Saber pedir perdón y perdonar. Ser agradecido, anhelar y aprender a querer bien al otro. 

3 QUERENCIA 

Se refiere a desear el bien del otro y actuar con ese fin. En la medida en que vamos poniéndolo en práctica, vamos invirtiendo en esta relación, transformándose en un querer recíproco en el que ya no somos tú o yo, somos nosotros. 

El amor supone siempre dedicación y donación al otro, tiempo, compromiso con el otro, con el nosotros. En la carta de San Pablo a los Corintios tenemos todos los ingredientes del amor verdadero: 

«El amor es paciente, es servicial; el amor no tiene envidia, no hace alarde, no es arrogante, y no obra con dureza, no busca su propio interés, no se irrita, y no lleva cuentas del mal, no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, y todo lo espera, y todo lo soporta» (1 Co 13,4-7) 


martes, 22 de febrero de 2022

UNA SILLA BAJO LA LUZ DEL ESPÍRITU SANTO

La Iglesia celebra hoy la Fiesta de la Cátedra de San Pedro, para recordar la autoridad del primero de los apóstoles y la de sus sucesores. La Santa Sede, suyo concepto se remonta al banco de madera de un pescador, a quien el Señor nombró Pastor de su Iglesia, es la más alta autoridad moral en todo el mundo actual. 

También los no cristianos prestan atención a las palabras del Papa sobre la paz, migración y protección climática. Más importante que estos temas políticos es sin embargo la preservación y auténtica interpretación de la fe, que le fue confiada a Pedro y a sus sucesores. 

A él le fue prometida –tal como bellamente muestra el altar en San Pedro –la especial asistencia del Espíritu Santo al explicar el Evangelio de Cristo desde la Tradición de la Iglesia y sus padres. 

Él, el Papa, y solamente él, tiene la potestad de las llaves, para atar y desatar. Él tiene poder directo, inmediato, limitado sólo por la Ley Divina sobre toda la Iglesia. Él es el pastor Supremo a quien le es confiado la totalidad del rebaño del Señor. 

La Iglesia celebra hoy este elevado servicio del servidor de los siervos de Dios. Al contrario de los Patriarcas ortodoxos organizados por iglesias nacionales y de los cientos de denominaciones protestantes, la Iglesia católica es una – gracias al Papa, a quien el Concilio Vaticano II denomina su cabeza visible. 



LA PIEDRA SOBRE LA CUAL NOS PARAMOS

La fiesta de la Cátedra de San Pedro es ocasión para agradecer por las piedras sobre las cuales Jesús quiso edificar su Iglesia. Cada Papa, hombre débil y pecador, es por cierto la base fuerte sobre la cual la enseñanza y la vida de los discípulos de Jesús se asientan firmemente. 

El Papa Bendicto XVI, durante la toma de posesión de su cátedra, es decir la Basílica de San Juan de Letrán, explica muy bellamente el ministerio petrino de enseñar y dirigir: “Pedro fue el primero que hizo, en nombre de los Apóstoles, la profesión de fe: "Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo" (Mt 16, 16). 

Esta es la tarea de todos los sucesores de Pedro: ser el guía en la profesión de fe en Cristo, el Hijo de Dios vivo. La cátedra de Roma es, ante todo, cátedra de este credo. Desde lo alto de esta cátedra, el Obispo de Roma debe repetir constantemente: Dominus Iesus, "Jesús es el Señor", como escribió san Pablo en sus cartas a los Romanos (Rm 10, 9) y a los Corintios (1 Co 12, 3). 

A los Corintios, con particular énfasis, les dijo: "Pues aun cuando se les dé el nombre de dioses, bien en el cielo bien en la tierra, (...) para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre; (...) y un solo Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas y por el cual somos nosotros" (1 Co 8, 5-6). 

La cátedra de Pedro obliga a quienes son sus titulares a decir, como ya hizo san Pedro en un momento de crisis de los discípulos, cuando muchos querían irse: "Señor, ¿a quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios" (Jn 6, 68-69). 

Aquel que se sienta en la cátedra de Pedro debe recordar las palabras que el Señor dijo a Simón Pedro en la hora de la última Cena: "Y tú, una vez convertido, confirma a tus hermanos" (Lc 22, 32). Aquel que es titular del ministerio petrino debe tener conciencia de que es un hombre frágil y débil, como son frágiles y débiles sus fuerzas, y necesita constantemente purificación y conversión. Pero debe tener también conciencia de que del Señor le viene la fuerza para confirmar a sus hermanos en la fe y mantenerlos unidos en la confesión de Cristo crucificado y resucitado. 

En la primera carta de san Pablo a los Corintios encontramos la narración más antigua que tenemos de la resurrección. San Pablo la recogió fielmente de los testigos. Esa narración habla primero de la muerte del Señor por nuestros pecados, de su sepultura, de su resurrección, que tuvo lugar al tercer día, y después dice: "Cristo se apareció a Cefas y luego a los Doce..." (1 Co 15, 4). 

Así, una vez más, se resume el significado del mandato conferido a Pedro hasta el fin de los tiempos: ser testigo de Cristo resucitado. El Obispo de Roma se sienta en su cátedra para dar testimonio de Cristo. Así, la cátedra es el símbolo de la potestas docendi, la potestad de enseñar, parte esencial del mandato de atar y desatar conferido por el Señor a Pedro y, después de él, a los Doce. 

En la Iglesia, la sagrada Escritura, cuya comprensión crece bajo la inspiración del Espíritu Santo, y el ministerio de la interpretación auténtica, conferido a los Apóstoles, se pertenecen uno al otro de modo indisoluble. Cuando la sagrada Escritura se separa de la voz viva de la Iglesia, pasa a ser objeto de las disputas de los expertos. 

Ciertamente, todo lo que los expertos tienen que decirnos es importante y valioso; el trabajo de los sabios nos ayuda en gran medida a comprender el proceso vivo con el que ha crecido la Escritura y así apreciar su riqueza histórica. Pero la ciencia por sí sola no puede proporcionarnos una interpretación definitiva y vinculante; no está en condiciones de darnos, en la interpretación, la certeza con la que podamos vivir y por la que también podamos morir. 

Para esto es necesario un mandato más grande, que no puede brotar única y exclusivamente de las capacidades humanas. Para esto se necesita la voz de la Iglesia viva, la Iglesia encomendada a Pedro y al Colegio de los Apóstoles hasta el final de los tiempos. 

Esta potestad de enseñanza asusta a muchos hombres, dentro y fuera de la Iglesia. Se preguntan si no constituye una amenaza para la libertad de conciencia, si no es una presunción contrapuesta a la libertad de pensamiento. No es así. El poder conferido por Cristo a Pedro y a sus sucesores es, en sentido absoluto, un mandato para servir. La potestad de enseñar, en la Iglesia, implica un compromiso al servicio de la obediencia a la fe. 

El Papa no es un soberano absoluto, cuyo pensamiento y voluntad son ley. Al contrario: el ministerio del Papa es garantía de la obediencia a Cristo y a su Palabra. No debe proclamar sus propias ideas, sino vincularse constantemente a sí mismo y la Iglesia a la obediencia a la Palabra de Dios, frente a todos los intentos de adaptación y alteración, así como frente a todo oportunismo. 

Así lo hizo el Papa Juan Pablo II, cuando, ante todos los intentos, aparentemente benévolos con respecto al hombre, frente a las interpretaciones erróneas de la libertad, destacó de modo inequívoco la inviolabilidad del ser humano, la inviolabilidad de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural. 

La libertad de matar no es una verdadera libertad, sino una tiranía que reduce al ser humano a la esclavitud. El Papa es consciente de que, en sus grandes decisiones, está unido a la gran comunidad de la fe de todos los tiempos, a las interpretaciones vinculantes surgidas a lo largo del camino de peregrinación de la Iglesia. 

Así, su poder no está por encima, sino al servicio de la palabra de Dios, y tiene la responsabilidad de hacer que esta Palabra siga estando presente en su grandeza y resonando en su pureza, de modo que no la alteren los continuos cambios de las modas.” […] 



UN PAPA, UNA FAMILIA 

El Papa es el Padre de la familia de Cristo, que conduce a los hijos e hijas de Dios a casa. Como obispo de Roma enlaza a todos los católicos a la ciudad sobre las siete colinas. Todos, sin importar color de piel, son ciudadanos de esta ciudad, tenue imagen de aquella urbe que un día descenderá del cielo como el lugar donde habita Dios: 

“Queridos romanos, ahora soy vuestro Obispo. Gracias por vuestra generosidad, gracias por vuestra simpatía, gracias por vuestra paciencia conmigo. En cuanto católicos, todos somos, de algún modo, también romanos. Con las palabras del salmo 87, un himno de alabanza a Sión, madre de todos los pueblos, cantaba Israel y canta la Iglesia: "Se dirá de Sión: "Uno por uno todos han nacido en ella"..." (v. 5). 

De modo semejante, también nosotros podríamos decir: en cuanto católicos, todos hemos nacido, de algún modo, en Roma. Así, con todo mi corazón, quiero tratar de ser vuestro Obispo, el Obispo de Roma. Todos queremos tratar de ser cada vez más católicos, cada vez más hermanos y hermanas en la gran familia de Dios, la familia en la que no hay extranjeros. Amén. 

Monseñor Florian Kolfhaus 
Funcionario de la Secretaría de Estado del Vaticano

lunes, 21 de febrero de 2022

UNA CONVERSIÓN MISIONERA PARA CONSTRUIR UN PACTO ENTRE FAMILIAS

«En la Iglesia y en la pastoral familiar es necesario iniciar una “conversión misionera” para caminar junto a las familias y ayudarlas a afrontar con confianza y serenidad los retos que con demasiada frecuencia afrontan solas». 

«Esto exige a toda la Iglesia una conversión misionera: es necesario no quedarse en un anuncio meramente teórico y desvinculado de los problemas reales de las personas». La pastoral familiar «debe hacer experimentar que el Evangelio de la familia responde a las expectativas más profundas de la persona humana: a su dignidad y a la realización plena en la reciprocidad, en la comunión y en la fecundidad. No se trata solamente de presentar una normativa, sino de proponer valores, respondiendo a la necesidad que se constata hoy, incluso en los países más secularizados, de tales valores». AL 201. 

«Caminemos, familias, sigamos caminando. Lo que se nos promete es siempre más. No desesperemos por nuestros límites, pero tampoco renunciemos a buscar la plenitud de amor y de comunión que se nos ha prometido». AL 325.

La Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, con un lenguaje sencillo y concreto pretende, de hecho, llegar a toda la Iglesia y, de manera particular, a las familias cristianas. El consejo del Papa Francisco es no leerla nunca de forma apresurada, sino “profundizándola con paciencia” o yendo en busca de los temas que más interesan. 

«Espero que cada uno, a través de la lectura, se sienta llamado a cuidar con amor la vida de las familias, porque ellas no son un problema, son principalmente una oportunidad» AL 7.

jueves, 17 de febrero de 2022

“LA VERDADERA CAUSA DE LOS ABUSOS NO ES EL CELIBATO, SINO LA FALTA DE AUTOCONTROL Y EL DESEQUILIBRIO AFECTIVO”. CARDENAL MARC OUELLET

Foto: Vatican News


El jueves día 17 de febrero comienza en el Vaticano un Simposio sobre la vocación bautismal, titulado Por una teología fundamental del sacerdocio. La ponencia inaugural ha sido confiada al Papa Francisco, que ha reflexionado sobre la Fe y sacerdocio en nuestros días. En el curso de los trabajos, que continuarán hasta el sábado, se hablará también de sacramentalidad, de misión, celibato, carismas y espiritualidad. 

La iniciativa se ha debido personalmente al cardenal Marc Ouellet, Prefecto de la Congregación para los Obispos, que ha fundado en el año 2020 el Centro di Ricerca e di Antropologia e Vocazioni, Centro de Investigación y de Antropología y Vocaciones, independiente de la Santa Sede, que tiene su sede en Francia. 

En esta entrevista a Omnes, el cardenal Ouellet reflexiona sobre varios aspectos del sacerdocio y de la vocación bautismal, y sobre otros temas que serán afrontados en el curso del Simposio en estos días. 

En el Simposio, Usted planteará el sacerdocio en perspectiva trinitaria. Por contraste, percibimos una concepción más “humana” o incluso “funcionalista” del sacerdote. ¿Es ésta la raíz de algunas propuestas, como en el Camino Sinodal de Alemania? 

– El sacerdocio se refiere a la relación del hombre con Dios. En el cristianismo, Cristo es el único mediador de esta relación, que es un pacto de amor. El sacerdote representa sacramentalmente a Cristo como mediador y sólo puede ser entendido bajo esta luz. No podemos conformarnos con un punto de vista sociológico que considere la distribución del poder, ni podemos limitarnos a las perspectivas de los medios de comunicación. 

Una idea recurrente es la ordenación femenina. También en la apertura a las mujeres de los ministerios laicales se ha querido ver un paso hacia el diaconado, o quizá también hacia el sacerdocio. ¿Son el diaconado o/y el sacerdocio femenino una posibilidad abierta? 

– Plantear la pregunta de este modo refleja una mentalidad masculina funcional que homologa a la mujer al papel masculino y descuida su propia dimensión carismática. Los cambios en la Iglesia deben ser mucho más profundos que una asignación de funciones, que mantiene a las mujeres en una posición subordinada a los hombres. Es hora de que la teología reflexione sobre el misterio femenino en sí mismo y en reciprocidad con el masculino. 

La “teología fundamental del sacerdocio”, sobre la que versa el Simposio, se enmarca en una teología de la Iglesia. Ahora bien, ¿se entiende hoy lo que es la Iglesia? 

– Una teología fundamental del sacerdocio piensa en primer lugar en el bautismo como la primera participación en el sacerdocio de Cristo, pues el bautismo nos comunica la gracia de su filiación divina que es el fundamento de su sacerdocio y de nuestra participación en él como miembros de su Cuerpo. El ministerio ordenado presupone el bautismo y consiste en un carisma posterior de representación de Cristo Cabeza, puesto al servicio del crecimiento del sacerdocio filial de los bautizados. Por lo tanto, la Iglesia no debe reducirse a su jerarquía, ya que es sobre todo la comunidad de los bautizados en torno a la Madre de Dios. 

La vida de la Iglesia está enraizada en la Eucaristía. El sacerdocio nace de la Eucaristía y vive para ella pero, ¿cómo fomentar también la identidad eucarística de todos los bautizados? 

– “La Iglesia hace la Eucaristía y la Eucaristía hace a la Iglesia”, decía el padre de Lubac. La Iglesia realiza el rito, pero es Cristo en la Eucaristía quien da vida a la Iglesia, que es su Cuerpo constituido por el bautismo. La celebración eucarística es un misterio nupcial donde Cristo resucitado entrega su Cuerpo a la Iglesia su Esposa y espera la respuesta personal de amor de cada bautizado y miembro de la asamblea. Tenemos que reevangelizar el significado del domingo. 

¿En qué sentido hablamos de “cultura vocacional? 

– El Sínodo sobre la Juventud habló de una cultura vocacional en el sentido, en primer lugar, de una respuesta a Dios en todos los servicios que nosotros, bautizados, prestamos a la sociedad. Cada persona recibe un don particular del Espíritu Santo, que se concreta en la elección de un estado de vida y, por tanto, de un servicio específico a la Iglesia y a la sociedad. Una comunidad eclesial debe preocuparse por despertar y acompañar las vocaciones particulares que normalmente florecen donde hay una conciencia vocacional de los bautizados. 

Celibato y abusos 

El escándalo de los abusos a menores ha puesto a los sacerdotes en el punto de mira. Con vistas a la prevención, ¿cómo cuidar su formación, especialmente en lo afectivo? 

– Los sacerdotes necesitan comprensión y solidaridad. Están muy probados por la situación actual de los abusos, y necesitan a la comunidad para vivir mejor su compromiso. Esta necesidad se refiere también a la formación de los sacerdotes, que no debe estar completamente aislada, sino que debe hacerse en relación y sinergia con las familias, las comunidades locales, las personas consagradas y los laicos. La amistad sacerdotal siempre ha sido un recurso precioso para mantener el impulso hacia la santidad. 

Algunos piensan que suprimir el celibato de los sacerdotes ayudaría a que desaparezcan los abusos

– Algunas personas piensan que el celibato es la causa del abuso, mientras que el abuso existe en todas las situaciones de la educación, la vida familiar, la vida deportiva, etc. La verdadera causa no es el estado de celibato consagrado sino la falta de autocontrol y el desequilibrio afectivo. Es ciertamente necesario mejorar el discernimiento de las vocaciones al sacerdocio y velar por el equilibrio psicoafectivo y moral de los candidatos. 

¿Cómo se puede explicar el celibato hoy? 

– El celibato debe presentarse desde la perspectiva de la fe. Cristo llamó a sus discípulos a dejarlo todo para seguirle. Pudo hacerlo en virtud de su identidad divina como Hijo eterno del Padre que vino en carne para traer la salvación a la humanidad. Seguirle en el celibato es ante todo una confesión de fe en esta identidad y un acto de amor en respuesta a su llamada de amor. 

Los sacerdotes tienen una tarea especial en la misión de la Iglesia. ¿De qué manera la misión, el “envío”, define el sacerdocio? 

– El sacerdocio fundamental es la consagración bautismal que nos hace hijos e hijas de Dios. El ministerio ordenado está al servicio del crecimiento de los bautizados mediante la proclamación de la Palabra y el don de los sacramentos. El sacerdote ejerce así una paternidad espiritual que puede llenar su corazón de alegría apostólica cuando se vive con espíritu de santidad. 

¿Hay algún otro aspecto del Simposio que le gustaría destacar? 

–Sí, ciertamente. Quizá la sorpresa del Simposio sea ver la importancia y el papel de la vida consagrada para la comunión de las dos participaciones en el único sacerdocio de Cristo, el sacerdocio bautismal y el ministerio ordenado. 

EL AUTOR 

Maria José Atienza / Giovanni Tridente 

Fuente: omnesmag.com

¿QUIÉN SOY YO PARA TI?

Evangelio según Marcos (Mc 8, 27-33) 

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a los poblados de Cesarea de Filipo. Por el camino les hizo esta pregunta: “¿Quién dice la gente que soy yo?” Ellos le contestaron: “Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; y otros, que alguno de los profetas”. 

Entonces él les preguntó: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?” Pedro le respondió: “Tú eres el Mesías”. Y él les ordenó que no se lo dijeran a nadie. 

Luego se puso a explicarles que era necesario que el Hijo del hombre padeciera mucho, que fuera rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, que fuera entregado a la muerte y resucitara al tercer día. 

Todo esto lo dijo con entera claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y trataba de disuadirlo. Jesús se volvió, y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro con estas palabras: “¡Apártate de mí, Satanás! Porque tú no juzgas según Dios, sino según los hombres”. 

REFLEXIÓN: 

En la parte central del Evangelio de la liturgia de hoy (Mt 16, 13-19), el Señor hace una pregunta decisiva a sus discípulos: «Y vosotros, ¿Quién decís que soy yo?» (v. 15). Es la pregunta crucial que Jesús nos repite hoy también a nosotros: “¿Quién soy yo para ti?”. 

¿Quién soy yo para ti, que has abrazado la fe pero todavía tienes miedo de remar mar adentro en mi Palabra? ¿Quién soy yo para ti, que eres cristiano desde hace mucho tiempo pero, cansado por la costumbre, has perdido tu primer amor? ¿Quién soy yo para ti, que estás pasando por un momento difícil y necesitas sacudirte para continuar? 

Jesús pregunta: ¿Quién soy yo para ti? Démosle hoy una respuesta, pero una respuesta que salga del corazón. Todos, démosle una respuesta que salga del corazón. (Angelus, martes 29 de junio del 2021)

martes, 15 de febrero de 2022

QUE COSA CAMBIARÍAS DEL PASADO



Seguramente habrás escuchado muchas veces esta anécdota, pero te hago una pregunta ¿Lo has aplicado en tu vida? 

Si no lo sabes aquí te cuento: es una breve historia sobre el día en que el diablo se apareció a tres monjes y les preguntó a cada uno qué cambiarían del pasado. El Diablo tienda de esta forma. 

Si les diera el poder de cambiar algo de su pasado, ¿qué cambiarían? 

El primer monje, con gran celo apostólico, respondió rápidamente: Yo te impediría hacer caer a Adán y Eva en el pecado, para que la humanidad no se alejara de Dios. 

El segundo monje, que tenía un corazón lleno de misericordia, respondió: Yo te impediría alejarte de Dios y condenarte eternamente. 

El tercer monje era el más sencillo de los tres. En lugar de responderle al diablo se arrodilló, hizo la señal de la cruz y rezó: “Señor, líbrame de la tentación de lo que pudo haber sido y no fue”. 

El demonio lanzó entonces un grito estridente y retorciéndose del dolor desapareció. 

Atónitos, los otros dos le preguntaron a su compañero de vida consagrada: Hermano, ¿por qué has respondido de esa manera?

El monje explicó: 
  • En primer lugar: no debemos nunca dialogar con el enemigo
  • Segundo: nadie en el mundo tiene el poder de cambiar el pasado
  • Tercero: el diablo no está mínimamente interesado en ayudarnos, sino en aprisionarnos en el pasado para hacernos descuidar el presente.
¿Por qué? 
Porque el presente es el único tiempo en que, por gracia divina, podemos colaborar con Dios. 

La astucia del diablo que aprisiona a las personas y les impide vivir el presente en unión con Dios es “el habría podido ser y no fue”. 

Dejemos el pasado en las manos de la Misericordia de Dios y el futuro en las manos de su Providencia. El presente está en nuestras manos unidas a las manos de Dios.

Si llegaste hasta aquí, déjame tu comentario me ayudará mucho. 

lunes, 14 de febrero de 2022

Y TÚ ¿QUÉ TIPO DE AMANTE ERES?

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Una hermosa propuesta que SoyAmante.org ha lanzado este año con motivo de la fiesta de San Valentín (2022), presentando a través de un nuevo video la invitación a seguir hablando sobre el amor para que éste se contagie llegando a todos los rincones del mundo. 

La idea es que a través de un mayor conocimiento sobre el amor y las reflexiones que parten de él, las relaciones románticas sean una búsqueda genuina de una unión llena de verdad y virtudes, capaz de llevarnos a la felicidad verdadera y convertirnos en auténticos amantes. 

Este es el nuevo video que ya ha superado las 100 millones de visualizaciones acumuladas en los diferentes canales de Facebook, Youtube e Instagram, tiene como eje central hacer llegar de manera visible y creativa aquellas claves que apuntan a dar respuesta a una misma pregunta: ¿cuál es el significado verdadero de la palabra “amante”?  

Ver video:



Ser «amante» es… 

Amante es alguien que es fiel
El amor se basa en una relación de respeto, lealtad y compromiso que se expresan a través del tiempo. Cuando ese amor se va reafirmando con el paso de los años, la ilusión aumenta y la novedad llega. La constancia de atravesar las diferentes etapas del amor va entrelazando una unión auténtica que se hace fuerte. 

Amante es alguien que conoce el valor de la espera
El amor es paciente. Vivir momentos de espera por amor es lo que permite dar lo mejor de uno a la persona correcta y en el tiempo adecuado con libertad, abrirse a un conocimiento mutuo donde no hay límites. Existe una mayor plenitud cuando la unión con otro no es solo física sino que hay un mundo emocional y espiritual compartido, una base sólida para hacer crecer un amor más completo. 

Amante no es solo alguien que está enamorado, sino que decide amar
El amor es una decisión, un acto voluntario que busca el bien de la otra persona. Después de haber resistido a los primeros impulsos del enamoramiento, la persona que sigue amando ha madurado esos sentimientos y es capaz de vivir con otro un proyecto común. 

Amante es alguien que se quiere a sí mismo con una sana autoestima
El amor empieza primero por vivirlo uno mismo. Descubrir la propia belleza sin seguir estereotipos sociales o compararse con los demás, es lo que hace que uno pueda reconocer todo lo que tiene para ofrecer y lo que busca en la vida. Para amar a otro, el primer paso es amarse a uno mismo porque el amor es una donación personal. 

Amante es alguien que elige amar a otro tal como es
El amor tiene como centro a la persona y la abraza con sus virtudes y a pesar de sus defectos. Es humilde y comprensivo. Elige de manera pura, sin condiciones ni tampoco midiendo lo que tiene o le falta según las circunstancias que vive. Es un tipo de amor que vence obstáculos porque en cada desafío que se presenta se revela la prevalencia clara de un “nosotros”. 

Amante es alguien que demuestra amor con acciones todos los días
El amor se manifiesta en hechos simples pero concretos en la cotidianidad de la vida. Las palabras transmiten cómo podemos sentirnos, pero no siempre alcanzan. El amor verdadero es algo palpable y revela su grandeza en los pequeños gestos diarios de amabilidad y cercanía. 

Amante es alguien que mira más allá de las apariencias
El amor atraviesa la capa superficial de todo aquello que es accesorio como la imagen, la capacidad intelectual, el dinero o los lujos. Para amar de verdad no se necesitan esas cosas, sino encontrar la esencia de lo que se esconde en ellas. Una mirada sincera, un rostro que deja ver el alma, una obra generosa, la fuerza interior para enfrentar las dificultades y la imaginación para recrear la rutina. 

En conclusión, “amante es el que ama”. Por eso, abracemos el amor verdadero para que este San Valentín podamos vivir como auténticos amantes renovando nuestro compromiso de volver a elegir nuestros amores con todo lo que son, llenarlos de respeto y solidez, darles el tiempo que necesitan para madurar y crecer, profundizar en sus valores, hacer el esfuerzo personal de trabajar en uno mismo para ellos y demostrar con acciones concretas cuánto nos importan. 

¿Qué tipo de amante eres? 



Fuente: Aleteia

ALGO SOBRE SAN VALENTÍN


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Hay que remontarse al año 270. Con tu corazón de enamorado, te es fácil entusiasmarte con la vida de tu patrono. Si para las diversas realidades de la vida existe un patrono, no podía faltar uno para lo más bello de la creación: el amor humano entre hombre y mujer. 

Claudio II "el Gótico" y su policía vigilaban sus andanzas

Tan bruto era este mal emperador que llegó hasta prohibir lo más natural que existe en el mundo: el amor entre los humanos. No quería bodas sino soldados para defender los espacios amplios de su imperio. Nada de casados. Quería solteros y sólo solteros. 

Ante estas circunstancias inhumanas, Valentín, obispo de Interamna Nahartium (hoy Terni en Umbría el estado en donde está la ciudad de Asís - Italia) , no tuvo miedo en confesarse creyente, y es más, se entregó por entero a las parejas. Las visitaba en secreto para casarlos lejos de la mirada de los crueles súbditos del emperador. 

La voz de Valentín corría como el viento por las orillas del Tiber y de las colinas romanas. Los jóvenes, valientes y decididos a formar una familia, acudían a él para recibir el sacramento. Les hablaba, les escribía cartas de amor y con su simpatía y su bella juventud, se traía de calle a todos los enamorados. 

ALGO ORIGINAL EN LA CÁRCEL 

Valentìn fue encarcelado por segunda vez bajo Aureliano, que sucediò a Claudio II "el Gótico". 

Mientras estuvo en la cárcel esperando su muerte, el carcelero se dio cuenta de sus buenas cualidades. Le presentó a su hija Julia ciega de nacimiento. Valentín le enseñó las primeras letras, los rudimentos del saber y, por supuesto, le habló de Dios. Veía el mundo bello que le presenta el apuesto joven. Le dijo a la niña que orase a Dios para que le diera la vista. En un momento determinado, le cogió la mano a Valentín y le dijo: ¡”Yo creo, yo creo!” La luz de la prisión le entró por sus inocentes y maravillosos ojos. El, viéndola feliz, le dijo que mantuviera su fe por encima de todo. 

A continuación, tal día como hoy, muriò degollado por mano del soldado romano Furius Placidus, a los ordenes del emperador Aureliano y enterrado en la que es iglesia de santa Práxedes, cerca del Coliseo, aunque hoy están en la Basílica de su mismo nombre que está situada en la ciudad italiana de Terni, en donde allì tal dia como hoy la iglesia se llena de parejas, todas aquellas que se casarán el año siguiente. 

Por esta razón es patrono de los enamorados, un patronazgo popular en todo el mundo cristiano. Desde entonces, los romeros que entran en Roma, se dirigen a la Basílica de san Valentín para orar ante su tumba y que les conceda una buena “Valentina” o Valentín”. Este día pasó con la expansión del cristianismo a otros lugares cuyas fiestas de primavera – paganas- pasaron a tener el sello cristiano. 

DETALLE 

La joven Julia, agradecida y enamorada del santo, plantó un almendro de flores rosadas junto a su tumba. Hoy -ya se sabe- el árbol de almendras es símbolo de amor y amistad duraderos. 

DE AYER A HOY 

Hoy, en los albores de las primeras flores de la estación primaveral, todos los enamorados se mandan misivas, se hacen multitud de regalos comprados -muchas veces en los templos del consumo- y no en el supermercado del corazón. 

Aunque sean los enamorados los que principalmente celebran este día, sin embargo hoy en día se festeja también a todos aquellos que comparten la amistad, ya sea maestros, parientes, compañeros de trabajo y todo el que siente, tenga la edad que tenga, el olor del amor que, como flor de primavera, nunca debe perder su agradable perfume. 

¡Feliz día de los enamorados y de la amistad! 

(Fuente: catholic.net | Autor: P. Felipe Santos) 

miércoles, 2 de febrero de 2022

EL EVANGELIO DE HOY

Del Evangelio según San Lucas 

Cuando llegó el día fijado por la Ley de Moisés para la purificación, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, como está escrito en la Ley: "Todo varón primogénito será consagrado al Señor". También debían ofrecer un sacrificio, un par de tórtolas o de pichones de paloma, como ordena la Ley del Señor. 

Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que era justo y piadoso, y esperaba el consuelo de Israel. El Espíritu Santo estaba en él, y le había revelado que no moriría antes de ver al Mesías del Señor. 

Conducido por el mismo Espíritu, fue al Templo, y cuando los padres de Jesús llevaron al niño para cumplir con él las prescripciones de la Ley, lo tomó en sus brazos y alabó a Dios, diciendo: «Ahora, Señor, puedes dejar que tu servidor muera en paz, como lo has prometido, porque mis ojos han visto la salvación que preparaste delante de todos los pueblos: luz para iluminar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel». 

Su padre y su madre estaban admirados por lo que oían decir de él. Simeón, después de bendecirlos, dijo a María, la madre: «Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos». 

Había también allí una profetisa llamada Ana, hija de Fanuel, de la familia de Aser, mujer ya entrada en años, que, casada en su juventud, había vivido siete años con su marido. Desde entonces había permanecido viuda, y tenía ochenta y cuatro años. No se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones. 

Se presentó en ese mismo momento y se puso a dar gracias a Dios. Y hablaba acerca del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén. Después de cumplir todo lo que ordenaba la Ley del Señor, volvieron a su ciudad de Nazaret, en Galilea. El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con Él. (Lc 2,22-40) 

La oferta 
Según la ley de Moisés, el primogénito varón era propiedad del Señor y estaba destinado al servicio del templo. Cuando más tarde los descendientes de Leví, los levitas, se hicieron cargo del servicio del templo, este requisito desapareció, pero el primogénito debía ser rescatado mediante una ofrenda para el mantenimiento del sacerdote. 

El encuentro con Simeón 
El anciano Simeón, conducido por el Espíritu, fue al Templo; y por inspiración del Espíritu Santo reconoce a Jesús como el Esperado, la luz de las naciones. Una Luz ante la que hay que posicionarse: "La luz verdadera vino al mundo, la luz que ilumina a todo hombre... y sin embargo el mundo no le reconoció" (Jn 1,9-10). 

Una espada atravesará el alma 
Simeón bendice a los padres del niño, pero sus palabras se dirigen sólo a la madre. El niño será un signo de contradicción: Jesús es la luz del mundo, pero será rechazado; Jesús será admirado y amado, pero será crucificado; morirá y resucitará. Un camino de contradicción que marcará el corazón de la Madre. 

El encuentro con Ana 
La profetisa Ana también llega al templo. Por los detalles del evangelista, está claro que ella también es una mujer de Dios, anciana y viuda. Su condición de profetisa le permite ver lo que a otros les cuesta ver: la presencia de Dios. Sabe ir más allá de las apariencias y ve en el Niño al Mesías esperado por el pueblo. 

El asombro 
De Simeón y Ana se dice que eran "viejos". Por lo general, los ancianos viven de recuerdos, de nostalgia por los tiempos pasados, mientras que los jóvenes viven de esperanzas, mirando al futuro. En este caso nos encontramos ante dos personas mayores que, frente al Niño, miran al frente, esperan, se preguntan. Cantan a la alegría y a la esperanza. Detalles que nos hacen comprender lo jóvenes que son de corazón, porque es un corazón habitado por Dios y sus promesas, y Dios no defrauda. 

Los profetas 
En este pasaje evangélico también nosotros estamos involucrados, porque los que aceptan vivir el Evangelio son y serán signos de contradicción. Tomar posición ante el Señor Jesús, Luz de los Gentiles, requiere valor; pero, ante todo, exige ser "de Dios", como Simeón y Ana. También se necesita ser consciente de que no siempre tendremos todo claro, como les ocurrió a José y a María, que se quedaron asombrados ante lo que les dijeron los ancianos; sabemos que María "guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón”.

FIESTA DE LA PRESENTACIÓN DEL SEÑOR

Cuarenta días después de la Navidad, la Iglesia celebra hoy la fiesta de la Presentación del Señor, de este acontecimiento nos habla el evangelista Lucas en el capítulo 2. Según la historia, en Oriente, la celebración de esta fiesta se remonta al siglo IV, y desde el año 450 se denomina "Fiesta del Encuentro", porque Jesús "encuentra" el templo y sus sacerdotes, pero también a Simeón y Ana, figuras del pueblo de Dios. Hacia mediados del siglo V, la fiesta también se celebra en Roma. Con el tiempo, se añadió a esta fiesta la bendición de las velas, para recordar a Jesús "Luz de los Gentiles".

martes, 1 de febrero de 2022

FORMACIÓN EN Y PARA LA LIBERTAD EN EL CAMINO SACERDOTAL



En la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, se está profundizando la VII semana de Estudio para Formadores de Seminario, con el título "SI EL HIJO OS HACE LIBRES, SERÉIS LIBRES DE VERDAD". La actividad está dirigida a sacerdotes asignados a los Seminarios, y tratará de iniciar una reflexión común y un fructífero diálogo entre los diversos protagonistas de la formación de los candidatos al sacerdocio. 

El proceso de formación en el seminario genera procesos de maduración de la libertad. ¿Cómo se puede combinar la atención a la persona del candidato al sacerdocio en un tiempo limitado con las importantes exigencias de una función para la que se está preparando? ¿Cómo podemos iniciar procesos de educación personal, sin quedarnos en la mera formación para una función eclesial concreta? ¿Cómo puede ejercerse la autoridad sin caer en el autoritarismo o la permisividad, especialmente en un contexto como el actual, que critica su propia existencia y tiene dificultades para entenderla? ¿Cómo se pueden prevenir y detectar rápidamente los abusos morales? ¿Qué modelos educativos favorecen el desarrollo de la libertad interior? 

Teniendo en cuenta estas necesidades, la Ratio Institutionis Formationis Sacerdotalis afirma: "El formador debe guardar en secreto cuanto conoce de la vida de los seminaristas. Un recto acompañamiento, equilibrado y respetuoso de la libertad y de la conciencia de los demás, que les ayude en su desarrollo humano y espiritual, exige que cada formador sea competente y esté dotado de los recursos humanos espirituales, pastorales y profesionales necesarios. Por tanto, se espera de aquellos que son destinados a la formación una preparación específica y una generosa dedicación a tan importante responsabilidad. Se necesitan formadores que sepan garantizar una presencia a tiempo completo y sean testigos de cómo se ama y se sirve al Pueblo de Dios, desgastándose sin reservas por la Iglesia." (n. 49).