Concelebrando |
Al finalizar el día después de celebrar con
alegría las misas, recordando la venida del Espíritu Santo y mencionando a
nuestros seminarios, quiero mencionar a los sacerdotes también, gracias a
ellos, los dones del Espíritu Santo se hace realidad en la Iglesia por medio de
los Sacramentos. Por eso decimos al Señor:
Padre nuestro
que estás en los cielos, danos sacerdotes según tu Corazón.
Para que sea
santificado tu nombre, danos sacerdotes según tu Corazón.
Para que venga
tu Reino, danos sacerdotes según tu Corazón.
Para que tu
voluntad se cumpla en el Cielo como en la tierra, danos sacerdotes según tu
Corazón.
Para darnos el
Pan de la vida, danos sacerdotes según tu Corazón.
Para perdonar
nuestras culpas, danos sacerdotes según tu Corazón.
Para que nos
ayuden a superar las tentaciones, danos sacerdotes según tu Corazón.
Y a ellos y a
nosotros líbranos de todo mal. Amén.
Las fotografías fueron tomadas en: seminariodesolola.blogspot.com |
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