Así lucen los altares de
este hermosos pueblo en las vísperas de la solemnidad del Corpus Christi, será
una gran fiesta para todo el pueblo
católico, todo nuestro amor se manifestará en los altares, alfombras y arcos.
Todos estamos invitados a participar con mucha devoción, acompañando a Jesús
Sacramentado que recorrerá nuestro pueblo.
miércoles, 25 de mayo de 2016
sábado, 21 de mayo de 2016
EN EL NOMBRE DEL PADRE Y DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO
Después del tiempo
pascual, que concluyó el domingo pasado con Pentecostés, la liturgia ha vuelto
al «tiempo ordinario». Pero esto no quiere decir que el compromiso de los
cristianos deba disminuir; al contrario, al haber entrado en la vida divina
mediante los sacramentos, estamos llamados diariamente a abrirnos a la acción
de la gracia divina, para progresar en el amor a Dios y al prójimo. La
solemnidad de hoy, en cierto sentido recapitula la revelación de Dios
acontecida en los misterios pascuales: muerte y resurrección de Cristo, su
ascensión a la derecha del Padre y efusión del Espíritu Santo. La mente y el
lenguaje humanos son inadecuados para explicar la relación que existe entre el
Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, y, sin embargo, los Padres de la Iglesia
trataron de ilustrar el misterio de Dios uno y trino viviéndolo en su propia
existencia con profunda fe.
La Trinidad divina,
en efecto, pone su morada en nosotros el día del Bautismo: «Yo te bautizo —dice
el padre— en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo». El nombre de
Dios, en el cual fuimos bautizados, lo recordamos cada vez que nos santiguamos
domingo, 15 de mayo de 2016
OH GLORIOSO SAN BERNARDINO
Ya cerca de la festividad
del patrono de este pueblo (Patzún) es muy oportuno hablar un poco de él,
dar a conocer su vida, porque fue un hombre normal como nosotros. San
Bernardino nació en la Massa Marittima de Toscana (Italia) donde su padre, que
pertenecía a la noble familia sienesa de los Albizeschi, ejercía el cargo de
gobernador. Bernardino quedó huérfano de padre y madre antes de cumplir los
siete años. Una tía materna, junto con su hija se encarga de su educación,
ambas mujeres, que eran excelentes lo educaron piadosamente y le quisieron como
a un hijo.
A los 11 o 12 años
Bernardino ingresó a una escuela de Siena, donde curso brillantemente los
estudios que hacía en aquella época los jóvenes de su posición, Bernardino no
soportaba las blasfemias, en cuanto oía a cualquiera profanar el Santo nombre
de Dios se le encendía las mejías y reprendía implacablemente la blasfemo.
Cierta vez en la que un
compañero intentó inducirle al vicio, Bernardino le golpeó violentamente en el
rostro, en otra ocasión semejante incitó a sus compañeros a arrojar piedras y
lodo al vicioso. Pero, fuera de aquellas ocasiones en que se indignara
justamente. Bernardino es pacífico y bondadoso y precisamente, durante toda su
vida se distinguió por su afabilidad, paciencia y cortesía.
sábado, 7 de mayo de 2016
Y SERÁN MIS TESTIGOS EN JERUSALÉN
“Recibiréis la fuerza
del Espíritu Santo, que vendrá sobre ustedes, y serán mis testigos en
Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra”. Con estas palabras, Jesús se despide de los
Apóstoles, como acabamos de escuchar en la primera lectura. Inmediatamente
después, el autor sagrado añade que “fue elevado en presencia de ellos, y una
nube le ocultó a sus ojos”. Es el misterio de la Ascensión, que hoy celebramos
solemnemente. Pero ¿qué nos quieren comunicar la Biblia y la liturgia diciendo
que Jesús “fue elevado”? El uso del
verbo “elevar” tiene su origen en el Antiguo Testamento, y se refiere a la toma
de posesión de la realeza. Por tanto, la Ascensión de Cristo significa, en
primer lugar, la toma de posesión del Hijo del hombre crucificado y resucitado
de la realeza de Dios sobre el mundo.
domingo, 1 de mayo de 2016
SI ALGUNO ME AMA
El Evangelio de este
domingo, tomado del capítulo 14 de san Juan, nos ofrece un retrato espiritual
implícito de la Virgen María, donde Jesús dice: «Si alguno me ama, guardará mi
Palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos morada en él».
Estas expresiones van
dirigidas a los discípulos, pero se pueden aplicar en sumo grado precisamente a
aquella que es la primera y perfecta discípula de Jesús. En efecto, María fue
la primera que guardó plenamente la palabra de su Hijo, demostrando así que lo
amaba no sólo como madre, sino antes aún como sierva humilde y obediente; por
esto Dios Padre la amó y en ella puso su morada la Santísima Trinidad.
Además,
donde Jesús promete a sus amigos que el Espíritu Santo los asistirá ayudándoles
a recordar cada palabra suya y a comprenderla profundamente, ¿cómo no pensar en
María que en su corazón, templo del Espíritu, meditaba e interpretaba fielmente
todo lo que su Hijo decía y hacía? De este modo, ya antes y sobre todo después
de la Pascua, la Madre de Jesús se convirtió también en la Madre y el modelo de
la Iglesia.
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