Una vez un catequista preguntó a un niño qué era
ser santo. El niño, antes, estando un día en la iglesia, preguntó a su mamá qué
eran aquellas figuras que veía en las vidrieras de la iglesia y que brillaban
tanto cuando salía el sol. Su mamá le había dicho que eran santos. Y ahora el
niño contestó al catequista con rapidez y precisión: Un santo es un hombre por
donde pasa la luz.
+Eso son los santos: Seres transparentes, espejos
de la luz de Dios, que se purifican constantemente para captarla mejor y
reflejarla más perfectamente.
+El mejor apoyo es a veces una palabra, un gesto,
una caricia, un silencio en los labios y un cariño en la mirada.
+El arte de ser espejo es también mostrar que el camino de la esperanza está enlosado de pequeños
pasos de esperanza; Y la vida de esperanza está hecha de breves minutos de
esperanza...
+ Dice
santa Teresita de Lisieux que la vida es un instante, una efímera hora, un
momento que se evade y huye veloz y por tanto para amar a Dios en la tierra solo
tenemos este día.
Feliz inicio de año queridos amigos, ya estamos de vuelta para hacer buenos propósitos en este año 2013, sobre todo para brillar un poco más que el 2012. Ánimo para todos, Dios los bendiga siempre.
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