La aventura de seguir a Jesús |
La vocación cristiana es una llamada a
la adhesión personal a Cristo para compartir su misma vida y misión.
"Seguir" a Cristo equivale a un "encuentro", que se hace
relación personal y que incluye una "renuncia" a otros criterios,
escala de valores y actitudes, para vivir la misma vida del Señor (Mt 16,24).
1. Ser cristiano no
es simplemente hacer el bien y evitar el mal.
2. Ser cristiano no
es simplemente creer en Dios.
3. Ser cristiano no
consiste simplemente en cumplir unos ritos determinados.
4. Ser cristiano no
se limita a aceptar unas verdades de fe, en unos dogmas, recitar el Credo o
saberse el catecismo de memoria. Muchos que profesan la doctrina cristiana
recta, están en la práctica muy lejos del Evangelio. Es necesario aceptar la fe
de la Iglesia, conocer sus leyes y preceptos, pero esto no basta para ser
cristiano. El cristianismo no es sólo una doctrina.
No se puede ser cristiano al margen de la figura histórica de
Jesús de Nazaret, que murió y resucitó por nosotros y Dios Padre le hizo Señor
y Cristo (Hch 2,36). Lo cristiano no es simplemente una doctrina, una ética, un
rito o una tradición religiosa, sino que cristiano es todo lo que dice relación
con la persona de Jesucristo. Sin él no hay cristianismo. Lo cristiano es El
mismo. Los cristianos son seguidores de Jesús, sus discípulos. En Antioquía,
por primera vez los discípulos de Jesús fueron llamados cristianos (Hch 11,26).
La vida cristiana es un camino (Hch 9,2), el camino de seguimiento
de Jesús. Los Apóstoles, primeros seguidores de Jesús, son el modelo de la vida
cristiana. Ser cristiano es imitar a los Apóstoles en el seguimiento de Jesús.
De los Apóstoles se dice que siguieron a Jesús. (Lc 5,11) y a este seguimiento
es llamado todo bautizado en la Iglesia.
Los Apóstoles no fueron únicamente los
discípulos fieles del Maestro, que aprendieron sus enseñanzas, como los jóvenes
de hoy aprenden de sus profesores. Ser discípulo de Jesús comportaba para los
Apóstoles estar con él, entrar en su comunidad, participar de su misión y de su
mismo destino (Mc 3,13-14; 10, 38-39).
Seguir a Jesús hoy no significa imitar
mecánicamente sus gestos, sino continuar su camino "pro-seguir su obra,
per-seguir su causa, con-seguir su plenitud" (L. Boff). El cristiano es el
que ha escuchado, como los discípulos de Jesús, su voz que le dice:
"Sígueme" (Jn 1,39-44; 21,22) y se pone en camino para seguirle.
Seguir el camino de la cruz |
FELIZ DOMINGO A TODOS.
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