¿Cómo lograr un buen noviazgo? Prepararse
para un matrimonio feliz es:
Buscar la compañía de personas sanas que
compartan la fe y la moral católicas. En esta atmósfera de amistad sana,
probablemente se encuentra el futuro cónyuge. Conviene buscar a una persona que
sea católica en hechos y en verdad; que sea seria en cuanto a formar una buena
familia y un hogar cristiano; responsable y que valore el trabajo; sincera y
honesta; casta y que se preocupe por vivir la pureza.
Empezar a la edad adecuada. Es peligroso
formalizar relaciones serias o compromisos demasiado pronto. Las relaciones que
conducen al matrimonio requieren madurez: un grado de desarrollo mental y
emocional. Los jóvenes que formalizan relaciones muy pronto pueden no
comprender la dignidad, belleza, seriedad y desinterés del matrimonio. Cuando
el noviazgo ha empezado a la edad adecuada, también existe el peligro de
prolongarlo demasiado. Nuestra experiencia cultural nos ha enseñado que iniciar
un noviazgo a temprana edad o "estar comprometidos" por mucho tiempo
son invitaciones a la tentación y pueden prestarse a relaciones sexuales
prematrimoniales, que destruyen el amor.
Buscar el consejo de los padres y del
confesor o director espiritual. Ellos tienen la experiencia, así como la gracia
de estado para ver la voluntad de Dios en tu vida. La decisión es, siempre,
personal, pero es absurdo no pedir consejo en asunto de tanta importancia.
Por
Pbro. Pablo Arce Gargollo y James P. Socías
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