viernes, 14 de agosto de 2015

LA DORMICIÓN DE NUESTRA MADRE


La que fue Madre de Dios e Inmaculada desde su Concepción, convenía, no podía, sufrir la corrupción del sepulcro. Su santa dormición fue un vértigo místico de amor entrañable a su Dios, y enseguida un raudo vuelo de paloma a lo más encumbrado de los cielos, cortejada por los coros angélicos.

Desde su exaltado sitial queda entronizada como Reina de todos los Santos, con la correspondiente « omnipotencia suplicante». Subió hasta la diestra de su Hijo bendito para preceder en la gloria a sus hijos adoptivo, que son casi legión, que son casi infinitos. Por todos se interesa, como madre e intercesora, la « llena de gracia», la « más bendita de todas las mujeres».

Fuente; EWTN

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si te gustó el artículo, déjame tu comentario.