Este domingo es la puerta de
la Semana Santa, y en todas las misas habrá que hacer alguna conmemoración de
la entrada de Jesús en Jerusalén. En el Misal hallaremos tres formas,
mirémoslas y decidamos cuál haremos en cada Eucaristía, pues en todas habría que
hacer algo digno. Vale decir que, litúrgicamente, más que bendecir los ramos,
de lo que se trata es de poder ordenar una procesión de entrada en la iglesia.
Aunque, en muchos lugares, este día acude mucha más gente que viene a bendecir
los ramos que la que quiere entrar en la iglesia.
Si la bendición se efectúa
en el exterior del templo, que es lo mejor para la procesión de entrada, hemos
de pensar en un lugar elevado y bien visible (por ejemplo, con una tarima, ya
sea natural o transportada), en la que dispondremos todo lo necesario para
bendecir los ramos y las palmas. Evidentemente no pondremos ningún altar,
porque no hay que celebrar misa, pero sí todo lo necesario para una liturgia de
la Palabra: un ambón o facistol con el libro del evangelio, megafonía... y
alguna tela, o una colgadura, de color rojo, que es el color del día. Y, sobre
todo, no olvidemos el agua bendita, en suficiente cantidad para un buen signo
de bendición.
Si hacemos procesión hay que
preparar también la cruz procesional, que hoy podemos adornar con unas hojas
de palma o de laurel. Sobre el incensario y el incienso sólo los prepararemos
si realmente los usamos para la bendición. De no ser así están de sobra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si te gustó el artículo, déjame tu comentario.