El dolor de la Virgen en la
infancia y en la pasión de su Hijo:
El misterio de la
participación de la Virgen madre dolorosa en la pasión y muerte de su Hijo es
probablemente el acontecimiento evangélico que ha encontrado un eco más amplio
y más intenso en la religiosidad popular, en determinados ejercicios de piedad
(Vía crucis, Vía Matris...)
Y, en proporción con los
demás misterios, también en la liturgia cristiana de oriente y de occidente. Es
curioso cómo estas tres dimensiones de la piedad están idealmente unidas en la
liturgia de rito romano en el Stábat Mater, atribuido a Jacopone de Todi,
secuencia nacida en un contexto de intensa religiosidad popular, utilizada de
varias maneras en los ejercicios piadosos y, aunque de forma facultativa,
presente en la liturgia de las horas y en la liturgia de la palabra de la misa
del 15 de septiembre de la Virgen de los Dolores. Esta singularidad revela que
las tres áreas de piedad que hemos señalado, dejando aparte ciertas
intemperancias ocasionales, reflejan agudamente lo esencial del misterio
evangélico.
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