La Iglesia celebra hoy a Santa María bajo la advocación del Carmen. Los marineros, pendían
de las estrellas para marcar su rumbo en el inmenso océano. De aquí la analogía
con La Virgen María quien como, estrella del mar, nos guía por las aguas
difíciles de la vida hacia el puerto seguro que es Cristo. Y el Papa Benedicto
dice lo siguiente de esta fiesta.
El Carmelo, alto promontorio que se yergue
en la costa oriental del Mar Mediterráneo, a la altura de Galilea, tiene en sus
faldas numerosas grutas naturales, predilectas de los eremitas. El más célebre
de estos hombres de Dios fue el gran profeta Elías, quien en el siglo IX antes
de Cristo defendió valientemente de la contaminación de los cultos idolátricos
la pureza de la fe en el Dios único y verdadero. Inspirándose en la figura de
Elías, surgió al Orden contemplativa de los «Carmelitas», familia religiosa que
cuenta entre sus miembros con grandes santos, como Teresa de Ávila, Juan de la
Cruz, Teresa del Niño Jesús y Teresa Benedicta de la Cruz (en el siglo, Edith
Stein). Los Carmelitas han difundido en el pueblo cristiano la devoción a la
Santísima Virgen del Monte Carmelo, señalándola como modelo de oración, de
contemplación y de dedicación a Dios. María, en efecto, antes y de modo
insuperable, creyó y experimentó que Jesús, Verbo encarnado, es el culmen, la
cumbre del encuentro del hombre con Dios. Acogiendo plenamente la Palabra, “llegó
felizmente a la santa montaña”, y vive para siempre, en alma y cuerpo, con el
Señor. A la Reina del Monte Carmelo deseo hoy confiar todas las comunidades de
vida contemplativa esparcidas por el mundo, de manera especial las de la Orden
Carmelitana, entre las que recuerdo el monasterio de Quart, no muy lejano de
aquí. Que María ayude a cada cristiano a encontrar a Dios en el silencio de la
oración.
Virgen del Carmen |
Que Santa Maria Intercede por todos nosotros!!!
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