miércoles, 25 de julio de 2012

RESPUESTA DE UN SACERDOTE SOBRE EL USO DEL CONDÓN


Es un poco largo esta entrada, pero vale la pena leerlo, quise compartirlo porque es una realidad muy actual, acepto todas las correcciones que puedan hacer queridos lectores.
 
Muy estimado amigo:

     Le admiro como humorista; no me da empacho decirlo. Le escribo con la autoridad que me proporciona ser un sacerdote que visita todas las mañanas de todos los viernes a los pacientes de VIH-sida en el Hospital de Infectología.  Voy siempre con un equipo de voluntarios y voluntarias de la Casa de la Vida. No sólo le escribo como un apóstol de mis enfermos, sino como simple hombre culto (soy abogado y sacerdote, con 10 años de estudios en tres universidades españolas). Estoy completamente en contacto con todo lo que sucede. Me muevo en la Internet como un pez en el agua. Le digo esto, porque a veces la gente piensa que los curas vivimos en otro planeta. 

     He visto su chiste de hoy sobre el Papa y el criterio de la Iglesia Católica sobre la ineficacia del preservativo para combatir el SIDA. 

     Dejemos aparte, sólo por método, para poder dirigirme a usted, con total independencia de sus creencias: no sé nada de su religión, ni siquiera sé si cree en Dios o no. da lo mismo para el caso, los motivos morales por los cuales la Iglesia católica se opone al uso del preservativo para combatir la pandemia del sida.

     Tome usted un microscopio. Ponga un preservativo de látex. Mida las microscópicas perforaciones que tiene el látex. Apunte en una libreta las milimicras que posee cualquiera de las perforaciones. Ahora, coja un virus del sida. Póngalo en el microscopio. Mídalo. Ahora compare las dos medidas. La ciencia de hoy afirma que el virus del sida es 450 veces más pequeño que el espermatozoide. Si bien los espermatozoides no atraviesan las perforaciones del preservativo, claro que los virus del sida sí lo hacen. Por otra parte, hemos de reconocer que la masiva difusión del preservativo, no determina una disminución del número de relaciones sexuales, sino, por lo contrario las facilita, las estimula, las incentiva.

     Sepa, además, mi estimado amigo, que tras la difusión masiva del preservativo hay toda una industria con gigantescos intereses económicos, todo un capitalismo. y, lo peor, ellos saben que el preservativo no preserva de nada, y que, como dice el Papa, aumenta la pandemia, sin embargo, son tan criminales y tan genocidas, que por forrarse los bolsillos de dólares, empujan al mundo entero a la peor pandemia de la historia.

     La irresponsabilidad de las autoridades de salud del mundo entero, es espantosa. Tras esa irresponsabilidad, o está una tercermundista ignorancia o una tercermundista corrupción. Todos ellos tendrán que dar cuenta a Dios.
     No por motivos religiosos, sino por simples razones de salud pública, la autoridad gubernamental debería informar a la gente los peligros que comporta el uso del preservativo. Algo así como se hace con la campaña de difusión de la estrecha relación que hay entre el tabaco y el cáncer.
     Para terminar: son innumerables los y las pacientes de sida que cuando yo les he preguntado, con toda mi intención, si usaron “protección”. Me miran con profunda tristeza y con una sonrisa cargada de odio e ironía me dicen: “Padrecito, el preservativo no sirve para nada. Le invito un viernes a visitar conmigo a mis enfermitos de sida, hoy mismo he estado con ellos y luego me dirá si se atreve a hacer, querido amigo, un chiste sobre la relación que hay entre la difusión del preservativo y el avance de la pandemia del sida. 
     Venga, le recibiremos llenos de cariño en nuestro equipo. Venga, y verá cómo los enfermitos están equivocados, sí que están equivocados, cuando dicen que no sirve para nada: ¡Claro que sirve!, y muchísimo: sirve para contagiarse ellos del sida; y sirve, sobre todo, para que muchos millonarios del primer mundo y del tercero, ganen más euros y dólares a costa de los millones de enfermos de sida que se fiaron del preservativo.
     Además, mi querido amigo: no sé si usted es casado, no sé si tiene hijas. Pero si un chico le dice a usted que va a tener relaciones con su hija, no creo que usted le diga: “¡Ok; pero con preservativo!” Me imagino que, como padre digno que supongo será, le dirá al chico de turno: “Amigo, usted a mi hija no me la toca, hasta que sea su esposa, después de haberse casado con ella, como Dios manda. ¡Mientras, ni con preservativo, ni sin preservativo!”.
     Y esto es lo que la Iglesia afirma como el mejor y único camino para preservar al mundo del sida. Y de muchos otros males, tales como los hijos sin hogar. En esto, supongo que usted coincide con Dios y la Iglesia. 

Virus

2 comentarios:

  1. Moy interesante los artículos, gracias por compartirlos.
    Dios le bendiga!!!!
    Hna. Tránsito de la Cruz Valdez

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  2. Gracias por ser una seguidora fiel de esta página!!! Dios lo bendiga madre!!!!

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