sábado, 15 de junio de 2013

LA IMPOSICIÓN DE LAS MANOS

Imposición de las manos
Desde las religiones más antiguas la imposición de las constituye un símbolo de bendición. Profetas, sacerdotes y otras personas consagradas imponían las manos para bendecir representando a la misma divinidad. Se imponen también las manos para la curación de enfermedades.

En el Antiguo Testamento la imposición de las manos constituye una expresión visible de la transmisión de una bendición. El mismo gesto expresa la transmisión de un cargo o misión, el gesto significaba también la liberación de una opresión como la impureza o el pecado.

Jesús impone las manos a los niños como señal de bendición. La transmisión de la bendición mediante la imposición de las manos se manifiesta también en las numerosas curaciones milagrosas de Jesús.

En la reconciliación de los penitentes o Confesión, al absolver al pecador, el sacerdote impone las manos o al menos la mano derecha. Es señal de reconciliación, de perdón, de acogida y al mismo tiempo de transmisión del don del Espíritu Santo, para que mediante el don de la Penitencia el pecador pueda evitar el pecado y vivir siempre en actitud de conversión.

En la Celebración Eucaristía, la consagración es precedida por la imposición de las manos sobre las ofrendas, acompañada por una fórmula de invocación del Espíritu Santo.


La Unción de los enfermos también es precedida por una imposición de las manos, señal de bendición, de sanación, de alivio y de transmisión de la fuerza del Espíritu Santo para que el enfermo pueda ser aliviado.    

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si te gustó el artículo, déjame tu comentario.