Así se recibió al Señor en
la capilla de adoración perpetua en la Comunidad de Chuiquel, Patzún. Teniendo
presente que en la Eucaristía adoramos a Dios en Jesucristo, y Dios es Uno y
Trino, porque en Dios no hay divisiones.
Jesucristo es Uno con el
Padre y el Espíritu Santo y, como enseña el Concilio de Trento, está
verdaderamente, realmente, substancialmente presente en la Eucaristía. Sigamos
adorando al Señor en la Eucaristía, ánimo queridos adoradores, no nos cansemos
de contemplar al Señor.
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