La Liturgia de la Palabra de hoy nos recuerda los dos
grandes obstáculos a superar al dar a conocer a Jesucristo: la incredulidad y
la propia debilidad. “Te envío para que les digas: Esto dice el Señor... te
hagan caso o no te hagan caso (pues son un pueblo rebelde), sabrán que hubo un
profeta en medio de ellos”.
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