El mensaje del Papa Francisco
para este año.
La XXIV Jornada Mundial del
Enfermo me ofrece la oportunidad de estar especialmente cerca de ustedes,
queridos enfermos, y de todos los que os cuidan.
Debido a que este año dicha
Jornada será celebrada solemnemente en Tierra Santa, propongo meditar la narración evangélica de las bodas de Caná
(Jn 2,1-11), donde Jesús realizó su primer milagro gracias a la mediación
de su Madre.
El tema elegido, «Confiar en
Jesús misericordioso como María: “Haced lo que Él os diga”» (Jn 2,5),
se inscribe muy bien en el marco del Jubileo extraordinario de la
Misericordia. La Celebración eucarística central de la Jornada, el 11 de
febrero de 2016, memoria litúrgica de Nuestra Señora de Lourdes, tendrá lugar
precisamente en Nazaret, donde «la Palabra se hizo carne, y puso su morada
entre nosotros» (Jn 1,14).
Jesús inició allí su misión
salvífica, aplicando a sí mismo las palabras del profeta Isaías, como dice el evangelista
Lucas: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha
enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a
los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos; a proclamar el año
de gracia del Señor» (Lc 4,18-19).
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