martes, 2 de febrero de 2016

ESCUCHA DE LA PALABRA DE DIOS, PARA UN PEREGRINO EN TIERRA SANTA


Escucha de la Palabra de Dios
La experiencia fundamental del peregrino debe ser la de escuchar, porque “de Jerusalén surgirá la Palabra del Señor” (Is 2,3).

Tierra Santa es, sin lugar a dudas, parte integrante de la comprensión de la Palabra histórica de Dios, que ha fijado su tienda en Jacob y ha tomado la herencia de Israel, que se ha establecido en Sión y ha puesto sus raíces en medio un pueblo glorioso, en la porción del Señor, en Jerusalén; que se convierte en carne hebrea en Jesús, el Mesías y se ha hecho Evangelio destinado a extenderse hasta los más lejanos confines de la tierra, “comenzando por Jerusalén” (Hech 1,8).

Todas las regiones de Tierra Santa, en especial Jerusalén, son “la geografía de la salvación”, donde Dios  a través de su Hijo Jesús  realizó “la historia de la salvación”. Tierra Santa es, según la expresión de Renan, el “Quinto Evangelio”.

En Tierra Santa el peregrino se encuentra en una situación privilegiada para escuchar la Palabra de Dios, en los Lugares en que ha resonado: ellos son “la escuela donde se es iniciado a comprender la vida de Jesús, es decir la escuela del Evangelio”, decía Pablo VI, ya que permiten “al cristiano ponerse en contacto directo con el ambiente, en el cual “el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros” (Jn 1,14)”.

En Tierra Santa el Evangelio suena de otra manera. Los antiguos y modernos peregrinos están en sintonía con las hermosas palabras del “peregrino ruso”: “por gracia de Dios soy hombre y cristiano, por mis obras un gran pecador, por condición un peregrino sin techo de la condición más humilde, que va errando de lugar en lugar. Mis bienes son una mochila en la espalda con un poco de pan seco y una sagrada Biblia que llevo bajo la camisa. No tengo nada más” (Diario de un peregrino ruso).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si te gustó el artículo, déjame tu comentario.