Por el Sacramento del
Orden, los presbíteros se configuran a Cristo Sacerdote como miembro con su
Cabeza para la estructuración y edificación de todo su Cuerpo, que es la
Iglesia, como cooperadores del orden episcopal. Ya en la consagración del bautismo,
como todos los fieles cristianos, recibieron ciertamente la señal y el don de
tan grande vocación y perfección.
Como ministros
sagrados, sobre todo en el Sacrificio de la Misa, los presbíteros ocupan el
lugar de Cristo, que se sacrificó a sí mismo para santificar a los hombres, y,
por ende, son invitados a imitar lo que administran; ya que celebran el
misterio de la muerte del Señor.
Los presbíteros se
unen con la acción de Cristo Sacerdote, se ofrecen todos los días enteramente a
Dios, mientras se nutren del Cuerpo de Cristo participan cordialmente de la
caridad de quien se da a los fieles como manjar.
En este retiro que
fue predicado por el padre Benito, del vicariato de Izabal, la línea que él
utilizo fue de San Juan de Ávila, agradecemos por las oraciones hacia nosotros
que estuvimos en estos días en meditación.
Compañeros sacerdotes |
Escuchando al p. Benito |
Dios los llene de abundantes bendiciones siempre.
ResponderEliminarAhora vendrán los frutos de este tiempo de retiro. ¡Cuánta envidia me han dado los "retirados"! Ya tocará, a su tiempo. Saludos cordiales, P. Carlos.
ResponderEliminarfelicidades por tu retiro hermano!!
ResponderEliminarSaludos... acá te va el enlace de nuestro blogg...
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