Ven,
Espíritu Santo,
Santificador
todopoderoso,
Dios
de amor,
que
llenaste a la Virgen María de gracias,
que
cambiaste admirablemente los corazones de los
apóstoles,
que
le comunicaste a tus mártires un milagroso valor,
ven
y santifícanos.
Ilumina
nuestras mentes,
fortalece
nuestras voluntades,
purifica
nuestras conciencias,
rectifica
nuestro juicio,
pon
fuego en nuestros corazones,
y
presérvanos de la desgracia de no hacerle caso a tus
inspiraciones. Amén.
Amén... gracias por compartir la oración!
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