La dignidad de la mujer y su vocación, ha asumido en estos últimos
años una importancia muy particular. Esto lo demuestran, entre otras cosas, las intervenciones del Magisterio
de la Iglesia, «ha llegado la
hora en que la vocación de la mujer se cumple en plenitud, la hora en que la
mujer adquiere en el mundo una influencia, un peso, un poder jamás alcanzados
hasta ahora. Por eso, en este momento en que la humanidad conoce una mutación
tan profunda, las mujeres llenas del espíritu del Evangelio pueden ayudar tanto
a que la humanidad no decaiga».
«En el cristianismo, más que en cualquier otra religión, la mujer
tiene desde los orígenes un estatuto especial de dignidad, del cual el Nuevo
Testamento da testimonio en no pocos de sus importantes aspectos; es evidente
que la mujer está llamada a formar parte de la estructura viva y operante del
Cristianismo de un modo tan prominente que acaso no se hayan todavía puesto en
evidencia todas sus virtualidades».
La Iglesia, da gracias por todas las mujeres y por cada una: por las madres, las
esposas; por las mujeres dedicadas a tantos y tantos seres humanos que esperan
el amor gratuito de otra persona; por las mujeres que velan por el ser humano
en la familia, la cual es el signo fundamental de la comunidad humana; por las
mujeres que trabajan profesionalmente, mujeres cargadas a veces con una gran
responsabilidad social; por las mujeres «perfectas» y por las mujeres
«débiles».
Por todas ellas, tal como salieron del corazón de Dios en toda la
belleza y riqueza de su femineidad, tal como han sido abrazadas por su amor
eterno; tal como, junto con los hombres, peregrinan en esta tierra que es «la
patria» de la familia humana, que a veces se transforma en «un valle de
lágrimas». Tal como asumen, juntamente con el hombre, la responsabilidad común por el destino de la humanidad, en las necesidades de cada día y según aquel
destino definitivo que los seres humanos tienen en Dios mismo, en el seno de la
Trinidad inefable. Mulieris Dignitatem.
A todas las madres guatemaltecas y del mundo entero, les deseamos
un feliz día y gracias por decir sí a la vida de otro ser humano.
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