sábado, 16 de noviembre de 2013

UNCIÓN DE LOS ENFERMOS EN LA PARROQUIA

El día de ayer en la parroquia de San Francisco de Asís, Tecpan, Guatemala. Se administró a los hermanos y hermanas el sacramento de la Unción. La unción de los enfermos es el sacramento que tiene por fin conferir una gracia especial al cristiano que experimenta las dificultades inherentes al estado de enfermedad y vejez. 

El efecto de este Sacramento nos lo explica Santo Tomás de Aquino; la unción de los enfermos es "como una inmediata preparación para la entrada en la gloria" (S. Th., III, q. 65, a. 1, ad. 4).
El enfermo, abandonado a sus solas fuerzas, estaría tentado a desesperar; pero, en ese momento supremo, viene Cristo, El mismo, a reconfortar a sus fieles con su omnipotencia redentora y con la proximidad de su presencia. Él ha instituido, para la hora de los últimos combates, un sacramento especial para acabar en nosotros su obra de purificación, para sostener a los ‘suyos’ hasta el fin, para arrancarlos de la influencia invisible del demonio e introducirlos sin tardanza en la casa del Padre. La unción es el sacramento de la partida. Allí está el sacerdote, in persona Christi, a la cabecera del enfermo para perdonarle sus faltas y conducir su alma al paraíso.

Los efectos que produce este sacramento son:

- aumento de gracia santificante;
- gracia sacramental específica;
- la salud corporal, cuando conviene a la salvación del alma;
- el perdón de los pecados veniales y la desaparición de las reliquias del pecado.
- Secundariamente, puede producir el efecto de remitir los pecados mortales.

Ungiendo

El p. Jorge ungiendo


El p. Wilson ungiendo

Después de la misa, compartiendo una pequeña refacción con todos los enfermos

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