Pedir perdón |
El pecado hace mal
al alma. Dios cura el alma cuando perdona. Sería una locura pecar solamente
porque Dios perdona (como diciendo, ¿para qué dejar de pecar si después te
perdonan igual?). Este planteo supone que pecar es bueno lo mejor que podemos
hacer, pero un Dios caprichoso nos lo prohíbe. Pero como tan malo no es, nos
deja una puerta de escape: que lo hagamos tranquilos ya que después El nos
perdona. ¡Esto es absurdo! Otra cosa es que seamos débiles y caigamos.
Entonces
necesitamos perdón de por las cosas malas que hacemos, y por el bien que
dejamos de hacer, por el amor que dejamos voluntariamente de tener. Y el primer
paso para el perdón es el arrepentimiento: es imposible el perdón sin el
rechazo personal del pecado, ya que Dios no nos liberará de las acciones que
nosotros no rechazamos (una vez más respeta nuestra libertad). Pero esto
imposible si pensamos que lo que hicimos es bueno.
Cumplir la ley de
Dios no es lo que nos salva, sino que es la consecuencia natural de haber sido
alcanzados por su amor. La procuramos cumplir no por miedo a castigo, sino
porque hemos descubierto el amor de Dios. Queremos hacer lo que Dios nos pide
porque lo amamos. Porque entendemos lo grande que es su sabiduría y su amor.
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