jueves, 21 de noviembre de 2013

(III PARTE) RAZÓN DE SER DE LAS EXIGENCIAS DE DIOS



Dios no necesita nuestro culto ni nuestra obediencia. Simplemente pide lo que necesitamos para alcanzar la plenitud humana y sobrenatural. Así lo creemos los cristianos. Detrás de sus mandamientos no vemos un capricho irrazonable, sino una voluntad paterna que conduce a la plenitud en la vida eterna, a través de las vicisitudes de esta vida.

Eso vale para los mandamientos y para la recepción de los sacramentos, para la oración y para la caridad. Todo es importante, porque nuestro Padre Dios nunca nos pedirá algo para molestarnos. Jesús nos enseñó a pedir: “hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo”. 

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