La noticia acerca de una
llamada del Papa a una mujer argentina que convive con un hombre divorciado se
ha convertido en eso que se suele denominar como viral. La particularidad que
ha disparado la mundialización del suceso se debe a una supuesta autorización
para que la mujer -de nombre Jacqueline Lisboa- pueda acceder al sacramento de
la Eucaristía no obstante su situación personal. "El Papa me ha llamado y
me ha dicho que un divorciado no hace mal si toma la comunión", dicen que
dijo "el Papa" Francisco.
La supuesta llamada habría
estado motivada por una carta que Jacqueline le habría escrito al Papa
Francisco en 2013. El primero que contó algo sobre la supuesta llamada fue
Julio Sabetta, el hombre con el que vive Jacqueline, desde su perfil de Facebook. Ahora la historia sobre lo
supuestamente ocurrido circula por todas partes (dándola por cierta) como
circula por muchos medios de comunicación Jacqueline contando su
historia.
Evidentemente todo esto
tiene los ingredientes para polemizar, entretener y -desde un punto de vista
mediático- suscitar morbo. Curioso que hasta el momento a pocos se les haya
ocurrido pensar en que lo contado sea más bien falso. Falso por varios motivos:
dada la fama de las llamadas del Papa en Argentina proliferan los imitadores
que para desgracia de quienes reciben las llamadas nunca saben si de verdad les
llamaron desde Roma o desde el barrio vecino (lo reconoce la misma Jacqueline
en esta entrevista que le hacen en Cadena 3: ella misma había contado que esperaba alguna
llamada del Papa así que con ese aviso era más fácil jugarle una broma).
Falso
porque la Santa Sede no ha confirmado esto y por mucho que se quiera hacer
pasar al Papa Francisco como un liberal-progresista ya ha dicho en repetidas
ocasiones él mismo que es hijo de la Iglesia y sigue su doctrina. Visto que lo
que refiere Jacqueline va contra esa doctrina de la Iglesia es más bien dudoso
que el Papa Francisco se ponga a hacer llamadas para dispensar individualmente
a personas de vivir las normas de fe a sabiendas de que esto luego puede
terminar -como ha sucedido en este caso- en la prensa internacional.
Por último: para mayor
precisión habría que decir que Jacqueline no está divorciada, el divorciado es
la persona con la que está casada civilmente. Por una entrevista que el señor
Sabetta a dado a LT3 AM680 se pueden advertir imprecisiones ("el
Papa me ha dicho" y luego "el Papa ha dicho a mi mujer") que
aumentan al 99.99% las posibilidades de que les han hecho una broma.
Actualización: por la
mañana del 24 de abril de 2014 el portavoz oficial de la Santa Sede, padre
Federico Lombardi, ha emitido esta declaración oficial sobre el caso de esta
llamada telefónica:
''En el ámbito de las
relaciones personales pastorales del Papa Francisco ha habido diversas llamadas
de teléfono. Como no se trata absolutamente de la actividad pública del Papa no
hay que esperar informaciones o comentarios por parte de la Oficina de Prensa.
Las noticias difundidas sobre esa materia -ya que están fuera del ámbito propio
de las relaciones personales- y su amplificación mediática no tienen por lo
tanto confirmación alguna de fiabilidad y son fuente de malentendidos y
confusión. Por lo tanto hay que evitar deducir de esta circunstancia
consecuencias relativas a la enseñanza de la Iglesia''. Texto Original
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