miércoles, 9 de abril de 2014

SI NO CAMBIA NADA ¿POR QUÉ CONFESARME?


No hago nada malo
Afirmar que no se ha hecho nada malo porque no se ha matado a nadie demuestra una terrible superficialidad y una desgana total de mirar seriamente dentro de sí.

Quien está de veras en comunión con Dios se siente pecador, imperfecto y necesitado de misericordia y perdón. Hay que tener presente que existe también el pecado de omisión, que se comete cuando se deja de hacer lo que es preciso o posible hacer.

Si no  cambia nada ¿por qué confesarse?
Si después de la Confesión no cambia nada, no depende del sacramento recibido, sino de la superficialidad de quien se ha acercado al sacramento sin preparación  o sin  propósito.

Hay que aceptar que nuestra debilidad nos lleva a veces a caer de nuevo  en los pecados confesados, y seguir decididos a luchar con todas nuestras fuerzas contra las tentaciones.

Dios nos ha prometido que con su ayuda triunfaremos poco a poco del mal. Dejar de acercarse a  la Confesión con esta excusa significa perder oportunidades de mejorar nuestra vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si te gustó el artículo, déjame tu comentario.