Descansar en el Señor |
La alternativa entre trabajo y descanso, propia de la naturaleza humana,
es querida por Dios mismo, como se deduce del pasaje de la creación en el Libro
del Génesis: el descanso es una cosa “sagrada”, siendo para el hombre la
condición para liberarse de la serie, a veces excesivamente absorbente, de los
compromisos terrenos y tomar conciencia de que todo es obra de Dios.
Día de paz del hombre con Dios, consigo mismo y con sus semejantes, el
domingo es también un momento en el que el hombre es invitado a dar una mirada
regenerada sobre las maravillas de la naturaleza.
El domingo, escuela de caridad
No sólo la Eucaristía dominical sino todo el domingo se convierte en una
gran escuela de caridad, de justicia y de paz. La presencia del Resucitado en
medio de los suyos se convierte en proyecto de solidaridad, urgencia de
renovación interior, dirigida a cambiar las estructuras de pecado en las que
los individuos, las comunidades, y a veces pueblos enteros, están sumergidos.
La caridad |
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