jueves, 15 de noviembre de 2012

CUALIDADES DE LA MÚSICA LITÚRGICA




1.   Fácil y sencilla en cuanto a su estructura, lo cual no significa vulgar o sin ideas.  La melodía  requiere forma, fraseo, cuadratura.
2.   Melódica y no estridente.
3.   Que a cada sílaba corresponda su nota musical.
4.   Que evoque un mundo de misterio y trascendencia.
5.   Que sea servidora de la Palabra: es decir que sea una melodía con gran adherencia al texto, que permita cantar la palabra, en resumen la música debe hacer gustar el texto.

Por consiguiente “hay que lograr una simbiosis lo más perfecta posible entre el género musical y el contenido del texto, entre el momento ritual y la comunidad concreta que canta.  No toda música es válida para una letra, para un momento litúrgico o para una asamblea concreta, sino que a veces la música dispersa y distorsiona.”

De esta unión de la plegaria (oración) y del canto, brota la plegaria cantada, que es la forma más perfecta que el alma puede emplear para expresar a Dios su fe y su amor.

Hay que hacer resaltar que las  buenas melodías han nacido para un texto determinado concreto, por tanto hay que respetar el texto de la melodía y no cambiar, adaptar o traducir textos para una melodía, por muy bonita que sea. “La melodía dice San Basilio hace deseable y agradable el texto como la miel que se añade a la medicina para darle buen sabor.  La melodía ha de permitirnos cantar y alabar a Dios con gusto y júbilo, con alegría y sencillez de corazón.”


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