domingo, 9 de diciembre de 2012

EL ADVIENTO


El Adviento nos invita a dirigir la mirada a la “Jerusalén celestial”, que es el fin último de nuestra peregrinación terrena. Al mismo tiempo, nos exhorta a comprometernos, mediante la oración, la conversión y las buenas obras, a acoger a Jesús en nuestra vida, para construir junto con él este edificio espiritual, del que cada uno de nosotros —nuestras familias y nuestras comunidades— es piedra preciosa. Toda nuestra vida es un adviento, una espera alegre y esforzada para el encuentro definitivo con Cristo.

FELIZ DOMINGO QUERIDOS AMIGOS.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si te gustó el artículo, déjame tu comentario.