lunes, 10 de diciembre de 2012

NO JUZGAR

El perro fiel

Una pareja de jóvenes tenían varios años de casados, compraron un cachorro y lo quisieron tanto como si fuera un hijo. El cachorro creció hasta convertirse en un grande y hermoso perro; salvó en más de una ocasión a la pareja de ser atacada por ladrones. 

Siempre fue muy fiel, quería y defendía a sus dueños contra cualquier peligro. Luego de siete años de tener al perro, la pareja logró tener el hijo tan ansiado. La pareja estaba muy contenta con su nuevo hijo y disminuyeron las atenciones que tenían con el perro. Este se sintió relegado y comenzó a sentir celos del bebé y ya no era el perro cariñoso y fiel que tuvieron durante siete años. 

Un día la pareja dejó al bebé plácidamente durmiendo en la cuna y fueron a la terraza a preparar una carne asada. Cual grande fue su sorpresa, cuando se dirigían al cuarto del bebé y ven al perro en el pasillo con la boca ensangrentada, moviéndoles la cola. El dueño del perro pensó lo peor, sacó su arma que llevaba y en el acto mató al perro. Corre al cuarto del bebé y encuentra una serpiente degollada y muerta y el bebé a lado sin rasguño alguno. El dueño comienza a llorar y exclama: he matado a mi perro fiel. 

MORALEJA

Cuántas veces hemos juzgado injustamente a las personas. Lo que es peor, las juzgamos y condenamos sin investigar a que se debe su comportamiento, ¿cuáles son sus pensamientos y sentimientos, cuáles son sus problemas e inquietudes, sí podemos ayudar o no?

Muchas veces las cosas no son tan malas como parecen, sino todo lo contrario. 

La próxima vez que estemos tentados a juzgar y condenar a alguien recordemos la historia del perro fiel, así aprenderemos a no levantar falsos contra una persona hasta el punto de dañar su imagen antes los demás...

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