jueves, 3 de octubre de 2013

EN HONOR A SAN FRANCISCO DE ASÍS

San francisco de Asís (centro)

Ya en vísperas de la fiesta en honor a San Francisco de Asís. Esta fiesta debe ser motivo grande  para nuestra vida cristiana, porque nos enseña que para llegar a ser Santo necesitamos desprendernos de nosotros mismos, para ver las necesidades de los demás.


San Francisco fue un gran santo y un hombre alegre. Su sencillez, su humildad, su fe, su amor a Cristo, su bondad con todo hombre y toda mujer lo hicieron alegre en cualquier situación. En efecto, entre la santidad y la alegría existe una relación íntima e indisoluble. Un escritor francés dijo que en el mundo sólo existe una tristeza: la de no ser santos, es decir, no estar cerca de Dios. Mirando el testimonio de san Francisco, comprendemos que el secreto de la verdadera felicidad es precisamente: llegar a ser santos, cercanos a Dios.

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