domingo, 6 de octubre de 2013

NO OLVIDEMOS QUE ESTAMOS EN EL AÑO DE LA FE

Tener fe

La Fe es ante todo “la respuesta del hombre a la revelación/invitación” de Dios a la vida, libertad y felicidad “verdaderas”: ¿En qué sentido “verdaderas”?:

La fe es “aceptar, abrirse, responder” al Dios que llama al hombre para que tenga lo que “antes de conocer a Cristo” tiene pero solo parcialmente: vida, libertad, felicidad. En los relatos del Evangelio el  “encuentro histórico y  personal con Jesucristo”:  Jesús le dijo: “¿Crees en el Hijo del hombre?” Él dijo: “Creo, Señor”. Y se postró ante él (cfr. Jn 9, 35-38). Ello sucede también cuando ese encuentro se da en la predicación de la Iglesia, como en el caso de Pedro: Así pues, los que acogieron su palabra fueron bautizados. Aquel día se les unieron unas tres mil personas (cfr. Hch 2,41)

Como reacción a la Revelación, como efecto del “encuentro con Jesucristo”  la Fe es una “respuesta u obedientia fidei = “obediencia de la Fe” que se da  “ante la Palabra” escuchada, tal y como sucede  en la celebración litúrgica dominical: a las lecturas que son “la revelación de Dios y la vocación o encuentro con Jesucristo, la invitación a sus caminos”  se responde luego con el Credo y se acompaña la misma con las preces.


Respuesta u “obediencia” que no es solo verbal: sino que es camino, una dinámica de movimiento espiritual, tal y como Abraham, el “padre en la Fe” hizo”: “comenzó a caminar” y ellos se le retuvo como “justicia”. “Cuando Dios revela el hombre tiene que someterse con la fe” o la escucha como “entrar en alianza” según nuestro Padre Abraham que realizó la “pre-alianza del Sinaí” por su escuchar y seguir la llamada Ven, sal de tu tierra.

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