Hoy dimos inicio en la
parroquia, la preparación con ocasión de la XXIII Jornada mundial del Enfermo
de este año. Y el mensaje del Papa es clara y nos dice:
“Me dirijo a ustedes que
llevan el peso de la enfermedad y de diferentes modos estan unidos a la carne
de Cristo sufriente; así como también a ustedes, profesionales y voluntarios en
el ámbito sanitario”.
Sabiduría
del corazón es servir al hermano. En el discurso de Job
que contiene las palabras «Era yo los
ojos del ciego y del cojo los pies», se pone en evidencia la dimensión de
servicio a los necesitados de parte de este hombre justo, que goza de cierta
autoridad y tiene un puesto de relieve entre los ancianos de la ciudad. Su
talla moral se manifiesta en el servicio al pobre que pide ayuda, así como
también en el ocuparse del huérfano y de la viuda.
Sin lugar a duda, el tesoro de la Iglesia son los enfermos |
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